Ignacio Bolívar y Urrutia

Su campo de especialización fue la entomología, y especialmente la fauna ibérica de ortópteros. En 1877 accedió a la cátedra de Entomología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid, en la que llegó a ocupar el Decanato (1904-1909). 

Tuvo una actividad destacada en dos campos: la zoología y la política educativa. En el primero, cabe señalar sus numerosas publicaciones y la identificación de varios cientos de especies; y su labor de dirección en dos centros fundamentales de la ciencia española: el Museo Nacional de Ciencias Naturales (1901-1939) y el Real Jardín Botánico (1921-30). En política educativa hay que mencionar su actividad en el Consejo de Instrucción Pública, organismo que presidió entre 1930 y 1931. Esta misma preocupación le lleva a formar parte de la Junta para Ampliación de Estudios, primero como vocal (1907) y posteriormente como vicepresidente (1918). 

Tras la muerte de Cajal pasa a desempeñar de forma interina la Presidencia de la Junta para Ampliación de Estudios, en la que es confirmado el 22 de junio de 1935. Se mantuvo en el cargo hasta el final de la Guerra Civil Española. 

En 1939 se vio obligado a exiliarse en México, proceso en el que le acompañaron varios de sus colaboradores. En dicho país continuó su labor científica a través de dos iniciativas: la creación de la Asociación de Profesores Universitarios Españoles en el Exilio y, sobre todo, de la revista Ciencia. 

Perteneció a diversas corporaciones científicas españolas y extranjeras, entre las que cabe destacar: la Real Sociedad Española de Historia Natural; la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (1915) y la Real Academia Española (1931). 

Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México.

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Presidente JAE