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El CSIC y Televés

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Seguimos repasando algunos de los casos de transferencia del CSIC más relevantes. En este número nos centramos en un hito de gran importancia para una empresa española muy conocida, Televés.

Televés, con sus características antenas naranjas, es una compañía dedicada al diseño, fabricación y comercialización de equipos de telecomunicaciones. Su especialidad histórica es la recepción y distribución de señales de radio-televisión, pues su origen está vinculado al nacimiento de la televisión en España. Actualmente Televés es la cabecera de una corporación multinacional que reúne una veintena de firmas, con 11 filiales internacionales en Portugal, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Polonia, Escandinavia, Rusia, Estados Unidos, China y Emiratos Árabes. A través de una extensa red de distribuidores la compañía hace llegar sus productos a más de 100 países en los cinco continentes. Pero, ¿cómo era Televés en los años 80?

Fundada en 1958 como un pequeño taller de fabricación de antenas, Televés lanza al mercado en el 60 las antenas de duraluminio, y en el 83 Televés es la primera compañía de su sector en el mundo que incorpora la tecnología de montaje superficial de componentes (SMD). Sin embargo, su producción es prácticamente artesanal y saben que esto a la larga les pasará factura limitando su expansión. A principios de los 80 deciden automatizar la fábrica e inician un rastreo mundial buscando un sistema comercial que se adapte a sus necesidades de producción, no encuentran nada y terminan recalando en el CSIC, en concreto en el Instituto de Automática Industrial, hoy Centro de Automática y Robótica.

Pero, ¿por qué llegan al CSIC? En 1976 una joven física, María Teresa de Pedro, presenta su tesis doctoral dirigida por Ricardo Garcia Rosa, también físico. La tesis recoge la descripción de un programa (DOCIL) para realizar de forma automática el trazado de conexiones en un circuito impreso. Como base, técnicas de inteligencia artificial y, sin duda, uno de los primeros programas de IA que resuelve un problema práctico. Coetánea a la tesis doctoral que describía MYCIN (1974), uno de los sistemas expertos más conocidos, o de la aparición (1973) de PROLOG (del francés PROgrammation en LOGique), lenguaje de programación enmarcado en el paradigma de los lenguajes lógicos y declarativos. que se utilizó en IA durante muchos años, no es de extrañar que DOCIL tuviese un gran éxito en poco tiempo y que el CSIC lo transfiriese a empresas, centros de investigación, institutos de astrofísica y universidades españolas y extranjeras. El primer viaje a Alemania del equipo fue para instalar el programa DOCIL en un Instituto Max Planck.

Y así, a principios de los 80, empieza la fructífera relación Televés-CSIC. El objetivo:  el diseño, desarrollo e integración en planta de producción de un sistema de diseño y fabricación flexible asistido por computador, también conocido como CAD/CAM (Computer-Aided Design / Computer-Aided Manufacturing).

En ese momento se integran en el proyecto dos flamantes licenciadas en física, Isabel Navarrina (por parte de Televés) y Angela Ribeiro (por parte del CSIC) ¿Quién dijo que la ingeniería, la informática y la física no era para mujeres?

En una época todavía alejada del ordenador personal (1985), las primeras versiones del sistema CAD/CAM se integran en un IBM Serie 1 con una técnica que fracciona los complejos programas del sistema para que el procesador de IBM pueda ejecutarlos.

Muchos fueron los aspectos novedosos del sistema CAD/CAM; entre ellos, el diseño de una tarjeta estaba concebido como la conexión de una serie de elementos individuales que se situaban de forma precisa, utilizando una tableta digitalizadora, y que podían seleccionarse de una biblioteca de componentes, que incluía resistencias y condensadores grabados, y en la que además se almacenaban las características de visualización y fabricación de los componentes. Los elementos de la biblioteca se definían y manejaban mediante un programa gráfico similar al que se utilizaba para diseñar las tarjetas.  La posibilidad de cambiar los componentes de la biblioteca flexibilizaba de tal manera el diseño de las tarjetas que Televés tuvo funcionando en producción el sistema CAD hasta bien entrados los 90, a pesar de que los ordenadores personales ya habían irrumpido en el mercado. Asimismo, el programa CAD se ideó desde un inicio para ser user friendly y después observar el trabajo de los diseñadores de producción, la mayoría de los cuales no había utilizado nunca un ordenador.

Otras funciones permitían una distribución automática de más de una tarjeta en las planchas de fabricación. Una tarea trivial para tarjetas rectangulares que se complicaba enormemente cuando el contorno no lo era, recurriendo, en este caso, a métodos de Inteligencia Artificial para optimizar el espacio y la ubicación para el tratamiento químico, buscando siempre el mínimo consumo de recubrimientos y el máximo aprovechamiento de las planchas de fabricación.

En el sistema CAM la información asociada a la tarjeta, diseñada y distribuida en la plancha de fabricación, permitía la generación automática de un fotolito mediante un fotoplóter y el posterior mecanizado enviando las órdenes precisas a las máquinas de control numérico. El proceso terminaba con la inserción de componentes en las tarjetas y la posterior soldadura.

En una carta de enero de 2019 Televés agradece “la excelente aportación que supuso en los 80 el proyecto de implantación de un sistema CAD/CAM para el diseño y fabricación flexible de circuitos impresos”, y continúa diciendo que “el desarrollo de esta herramienta marcó un claro hito en nuestro desarrollo tecnológico. Podríamos decir que fue la primera piedra alrededor de la que después desarrollamos e implementamos centenares de herramientas de software de CAM, automatización avanzada y fabricación flexible que hoy en día son una de nuestras señas de identidad y pilares de nuestro grupo de empresas. Si hubiésemos optado por un CAD comercial en lugar de desarrollar esta herramienta, totalmente abierta y adaptada a nuestras necesidades y problemática, tanto la inmediata implantación de la herramienta, cuyos primeros usuarios no tenían ninguna experiencia en el manejo de herramientas informáticas, como los desarrollos y adaptaciones posteriores no hubiesen sido posibles. Gracias a este proyecto conseguimos adelantarnos décadas en muchos aspectos de la industria 4.0.”

Con la integración de las distintas versiones del sistema CAD/CAM llegaron otros retos dentro de la fábrica de Televés, como el presintonizado de las tarjetas. Hasta entonces un técnico experto tenía que sentarse ante un osciloscopio y dedicar alrededor de un cuarto de hora a ajustar los parámetros de cada una de ellas. Para abordar este reto, el equipo del CSIC diseñó y desarrolló un sistema robotizado, un manipulador multidedo, que realizaba el ajuste en 30 segundos utilizando control borroso con reglas que se habían obtenido con técnicas de aprendizaje automático a partir del conocimiento de los técnicos expertos. Para entonces ya estábamos de lleno en la década de los 90.

Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento

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