"Los científicos debemos informar a la sociedad de lo que hacemos con su ayuda"
Ángela Nieto (Madrid, 1960) es una de las investigadoras de mayor prestigio en el ámbito de la bioquímica y la biología molecular. En 1993, tras obtener una plaza como científica titular en el CSIC, comenzó a trabajar en el Instituto Cajal de Madrid. Desde 2004 es profesora de investigación del Consejo, desarrollando su trabajo en la actualidad en el Instituto de Neurociencias de Alicante. En dicho centro dirige el grupo de Fisiopatología de los movimientos celulares en vertebrados, el cual ha descubierto que la reactivación de ciertos genes en la edad adulta provoca enfermedades como la fibrosis o la metástasis. Además, colabora muy activamente con diversas instituciones, tanto públicas como privadas, presentando un marcado perfil divulgador. Asimismo, ha recibido un gran número de reconocimientos, habiendo obtenido en 2019 el Premio Nacional ‘Santiago Ramón y Cajal’ de Biología por su “trabajo pionero en el estudio de la transición epitelio-mesénquima, un proceso biológico transcendente en la comprensión del origen del cáncer y las enfermedades degenerativas del envejecimiento”.
¿En qué consiste la transición epitelio-mesénquima y hasta qué punto están relacionados el desarrollo embrionario y la metástasis?
Es un proceso crucial para la formación de tejidos y órganos durante el desarrollo embrionario. Dota a las células de propiedades migratorias que les permiten desplazarse grandes distancias para llegar a su destino. Si no funciona bien, las células no están disponibles para formar distintos tejidos y el embrión muere. Es el mismo mecanismo que utilizan las células tumorales para diseminar el cáncer y formar las metástasis, tumores secundarios que son los responsables de más del 90% de las muertes por cáncer y al que llevamos más de 25 años dedicando nuestros esfuerzos en mi grupo de investigación.
¿Se pueden explicar todos los tipos de cáncer desde el punto de vista genético?
El cáncer es un conjunto de más de 100 enfermedades distintas que tienen en común que las células no responden a los mecanismos de control que las mantienen activas y sanas (estado de homeostasis). Proliferan de forma descontrolada, alteran su material genético y responden a señales de forma aberrante. Muchos de ellos tienen un origen genético, pero otros aparecen en respuesta a agentes externos o epigenéticos, incluidos agentes infecciosos, como el caso del cáncer de cuello de útero por el virus del papiloma o el cáncer gástrico por Helicobacter pilori. Además, es bien conocido que factores ambientales como el tabaco o la radiación ultravioleta están detrás del cáncer de pulmón y el melanoma, respectivamente. Y no hay que olvidar la relación entre ambos mecanismos, genéticos y epigenéticos, pues el impacto del ambiente depende de la susceptibilidad genética en cada individuo.
En otros números de la Newsletter del CSIC se ha tratado el tema de la edición genética CRISPR, ¿cree que será fundamental en la investigación contra el cáncer?
La edición del genoma por tecnología CRISPR es sin duda la revolución en biología en el siglo XXI. Ya es fundamental no solo en la investigación contra el cáncer, sino en general en biomedicina y más allá. Sus aplicaciones biotecnológicas serán enormes y sin duda irán apareciendo muchas más. Y no debemos olvidar que su descubrimiento se hizo en España, concretamente en Alicante, mientras se estudiaban bacterias extremófilas en las salinas de Santa Pola. No puede haber un ejemplo más paradigmático de cómo la generación de conocimiento se traduce en aplicaciones, como ya decía Cajal hace 100 años.
¿En qué punto nos encontramos respecto al conocimiento sobre enfermedades degenerativas?
Imagino que me preguntas esto por nuestro trabajo en enfermedades degenerativas de órganos internos, concretamente en fibrosis. Se trata de una enfermedad devastadora y progresiva que finalmente desencadena fallo orgánico y con ello la muerte del paciente en muchos casos. No hay tratamientos efectivos que mantengan la función del órgano correspondiente, que puede ser el riñón, el hígado, el pulmón o el corazón. Lo que nosotros hemos encontrado es que, como en el cáncer, en el desarrollo de la fibrosis se produce una reactivación patológica del programa embrionario de la EMT, y en modelos animales hemos mostrado que inhibiendo este proceso la enfermedad se puede atenuar. Creemos que puede ser una nueva herramienta terapéutica para la fibrosis, que es muy prevalente sobre todo en la población envejecida.
¿Cuál fue su primer pensamiento cuando le comunicaron la concesión del Premio Nacional de Investigación y cuál es su percepción de este premio ahora?
Fue una gran alegría. Me llamó el ministro desde Cuba y no supe mantener una conversación articulada con él en ese momento. Le dije, ministro, mil gracias y perdona que no me salen las palabras. Para ser muy sincera, sentí un poco de pudor al pensar en los muchos colegas que merecen el premio. El primer pensamiento razonado, después de la sorpresa, lo comuniqué en Twitter: Es un honor, y el premio es para todos los que me han acompañado y acompañan a lo largo de estos 25 años de viaje en el lab y fuera del lab, la familia y los amigos. Mi percepción sigue siendo la misma y siempre lo será, pero además es que aún es muy reciente y de hecho, aún no lo he recibido oficialmente.
¿Aboga por un pacto por la ciencia que garantice la sostenibilidad de la investigación independientemente de las circunstancias políticas?
Por supuesto, pero creo que tenemos que cambiar las palabras, ya un poco manidas. Hemos pedido varios pactos por la ciencia a lo largo de muchos años. Creo que los científicos nos tenemos que involucrar más, entender cómo funciona el sistema y junto con nuestras reivindicaciones proponer medidas factibles e irrenunciables. Me refiero, por ejemplo, a pedir que la inversión en ciencia no dependa de la negociación anual de los presupuestos generales del estado, lo que inmediatamente posibilitaría la estabilidad en las convocatorias de todo tipo, y debemos pedir la implementación de medidas de excepcionalidad previstas en la Administración General del Estado para flexibilizar la gestión de los fondos de investigación. Estas medidas, incluso sin aumento del presupuesto, cambiarían significativamente nuestra productividad y competitividad con los países de nuestro entorno. Me gustaría también recordar una frase de Francis Collins respecto a la primera ley de la tecnología, “Siempre se sobreestima el impacto a corto plazo y se subestima aquel a largo plazo”, lo que nos habla inmediatamente del cortoplacismo con el que se analizan los resultados. En este sentido convendría recordar a nuestros dirigentes políticos que no descuiden la financiación en investigación básica y que no basen sus objetivos en éxitos a corto plazo. Hablamos de ciencia y progreso, del bienestar de las generaciones futuras.
Además de su trabajo en el laboratorio, presenta un marcado perfil divulgador. Más allá de asistir a congresos y publicar en revistas científicas, ¿considera importante que los científicos comuniquen sus avances a la sociedad?
Lo considero imprescindible y también una obligación. La mayor parte de nosotros trabajamos casi al 100% con fondos públicos, que proceden de la contribución de los ciudadanos con sus impuestos. Por lo tanto, debemos informar a la sociedad de lo que hacemos con su ayuda. Esto debe servir además para que tomen más conciencia de su papel esencial y de cómo deben pedir a nuestros gobernantes que España no se quede más atrás en el avance de la ciencia, fundamental para el progreso del país.
¿En qué está trabajando en estos momentos y qué espera obtener a corto y medio plazo?
Continuamos profundizando en este concepto de reactivación patológica de genes embrionarios, en cáncer, en fibrosis y otras enfermedades, pero seguimos mirando el embrión como fuente de conocimiento que nos ayuda a entender mejor las enfermedades. Solo conociendo el funcionamiento de los genes en condiciones fisiológicas entenderemos qué ocurre cuando funcionan mal. Por ejemplo, recientemente hemos encontrado que la posición del corazón se debe a este proceso de movimientos celulares que en este caso empujan y desplazan la parte posterior del corazón a la izquierda. Esto permitirá entender mejor determinadas malformaciones congénitas, y hay que mencionar que el 50% de las malformaciones detectadas al nacimiento son malformaciones cardiacas. Ahora estamos estudiando el posicionamiento de otros órganos, como el hígado o el páncreas, así como también estamos extendiendo el estudio de la fibrosis desde el riñón a otros órganos. Con respecto al cáncer, además de seguir estudiando el tumor primario, estamos intentando encontrar señales que ayudan a las células cancerosas que se han diseminado por la reactivación de los genes embrionarios a anidar en distintos órganos y formar metástasis. El propósito final es entender los mecanismos para poder diseñar mejores estrategias terapéuticas.
¿Qué noticia científica le gustaría leer mañana en los periódicos?
No te voy a dar un titular como por ejemplo “El cáncer se ha convertido en una enfermedad crónica”, primero porque no sería plausible, al menos a corto plazo, y segundo, porque para serte muy sincera, lo que realmente me gustaría ver sería lo siguiente “España equipara la inversión en ciencia y los mecanismos de gestión a los de los países más avanzados”. Esto impactaría no solo en el cáncer sino en todas las patologías y en todos los campos del conocimiento.
Noticias relacionadas
Un consorcio europeo donde participan investigadores del Consejo…
Una investigación desarrollada por un equipo científico del Consejo…
Los métodos físicos de terapia del cáncer se utilizan ampliamente en la…