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’Todo el mundo sabe qué es la NASA. ¿Cuánta gente conoce la ESA?’

Por una ‘carambola cósmica’ –como él mismo relata–, el astrofísico José Antonio Caballero conoció a Antonio Arias, líder del grupo de rock Lagartija Nick. Aquel primer encontronazo ha derivado en el proyecto Ÿunitedsoundsofcosmos, un “espectáculo total” que aúna “poesía, videoarte, astronomía y música”. El último hito de esta colaboración tuvo lugar el pasado 5 de marzo en el Palacio de Congresos de Granada. Allí, el científico y el músico, junto a Soleá Morente y miembros de Los Planetas y Lori Meyers, fueron los artífices de ‘Encuentro en el Multiverso’, un astroconcierto en el que se proyectaron imágenes en 3D que mostraban auroras boreales o viento solar viajando por el espacio interplanetario. Al margen de esta actividad, que para Caballero tiene un claro componente divulgativo, el investigador dedica sus horas en el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) a la búsqueda de exoplanetas, da clases en la universidad, participa en misiones espaciales y coordina el proyecto hispano-alemán CARMENES. Detrás de este acrónimo se esconde un sofisticado instrumento –un espectrógrafo bicanal, para ser más exactos– que será instalado en el observatorio de Calar Alto (Almería) para ayudar a los astrónomos a detectar planetas parecidos a la Tierra.

 multiverso

Los conciertos de unitedsoundsofcosmos incluyen pantallas que proyectan imágenes sobre Astronomía.
 

Compaginas tu tarea investigadora con actividades como United Sounds of Cosmos, un proyecto que fusiona rock, astronomía, poesía y vídeo-arte. ¿Cómo surgió?

En parte por mi afición a la música. Yo necesito trabajar con los cascos puestos y el volumen a tope. En cuanto a la relación entre música y astronomía, mucha gente la ha puesto de manifiesto recurriendo a la música clásica...

¿Por ejemplo?

La sinfonía Júpiter de Mozart es un buen ejemplo. O William Herschel, un astrónomo muy famoso que descubrió Urano y que inicialmente fue músico de la Corte y compuso varias sinfonías. Pero a mí lo que me gusta más es el rock. Desde joven mi grupo favorito era Lagartija Nick. En sus letras de vez en cuando aludían a temas astronómicos: la contaminación lumínica, los mares de la Luna, las estaciones espaciales... Por casualidades de la vida conocí a los miembros del grupo y a su alma máter, Antonio Arias. Nos hicimos amigos y hemos publicado varios álbumes en los que fusionamos la música, la poesía y la astronomía.

     

"Creo que hace falta más divulgación de la ciencia española. Casi todas las noticias que se publican vienen de EEUU y a veces son verdaderas sandeces"

       

El propio Arias califica vuestros astroconciertos de ‘espectáculo total’...

Sí, Gesamtkunstwerk, por esa combinación. En el último concierto proyectamos en una pantalla muy grande imágenes en 3D mientras Soleá Morente y Antonio Arias cantaban canciones con letras astronómicas, como ‘Multiverso’, ‘Desde una estrella enana’ o ‘El ordenador simula el nacimiento de las estrellas’. Por cierto, la mayoría de ellas son originariamente poemas de David Jou, un físico y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona que tiene poesía traducida a 11 idiomas y es a su vez el traductor oficial de las obras de Stephen Hawking. También llegamos a colaborar con el premio Cervantes José Emilio Pacheco.

¿Estaríamos hablando de música astronómica o de astronomía musical?

Cuando estoy con Antonio Arias es más música astronómica porque él es quien lleva, nunca mejor dicho, la voz cantante. Cuando hago otras cosas por mi cuenta diría que es más astronomía musical. Por ejemplo, tengo una sección en la revista de divulgación AstronomíA que se llama Música Universalis y cada mes hablo sobre un tema distinto. Mi primera sección fue sobre púlsares cuyos pulsos se pueden transformar en sonidos.

     

"Cuando digo que soy astrofísico, lo primero que me preguntan es si hay vida en otros planetas. Un descubrimiento en este campo es un avance filosófico y sociológico"

       

¿Hay detrás de ŸUnited Sounds of Cosmos un afán divulgativo?

Por mi parte es lo principal, sí, junto con pasarlo bien, porque en estos malos tiempos hace falta desahogarse...

¿Hasta qué punto proyectos como este logran acercar la ciencia, en este caso la astronomía, al público general?

Creo que llegamos a un público al que normalmente no se llega. Algunos poemas que interpretamos, como ‘La derrota de Bill Gates’, de José Emilio Pacheco, tienen un contenido científico. La letra de este explica cómo afecta una eyección de masa coronal en el Sol a la troposfera en la Tierra, cómo viene el viento solar entra por los polos, genera las auroras boreales, estropea los satélites que están en órbita y también las estaciones de transformación de voltaje que están en el norte de Canadá, y cómo grandes zonas de Norteamérica se quedan a oscuras. Ahí está la derrota de Bill Gates, porque ni siquiera podemos encender el ordenador. Y eso solo en una canción.

Más allá de vuestros astroconciertos, ¿en qué medida crees que es importante trasladar la ciencia a la sociedad?

La educación en general y el conocimiento científico en particular son de las cosas más importantes para la sociedad. Si la ciudadanía está bien educada e informada, en primer lugar ahorraremos en sanidad, porque la gente sabrá que fumar es nocivo y que es necesario hacer deporte un par de veces por semana, llevar una dieta sana o conocer mínimamente tu cuerpo. Se pueden poner muchos más ejemplos: la educación vial para evitar accedentes de tráfico, conocer la manera en que reciclamos y las consecuencias que tiene no hacerlo correctamente...

¿Cómo explicarías a un ciudadano ajeno a la astronomía en qué consiste tu trabajo?

Busco planetas como la Tierra alrededor de otras estrellas distintas al Sol.

¿Y qué le dirías si te preguntase por qué es importante avanzar en el conocimiento en este campo?

Diría que es lo que ha movido todo el progreso científico desde el principio, desde que el hombre descubrió el fuego y, sentado alrededor de las hogueras, miraba hacia las estrellas y se preguntaba: ¿estamos solos en el Universo? Cuando digo por ahí que soy astrofísico, lo primero que me preguntan es si hay vida en otros planetas. Más que una cuestión de avance científico, un descubrimiento importante en este campo es una cuestión de avance filosófico y sociológico. Detectar planetas habitables, que puedan contener agua en estado líquido y por tanto albergar algún tipo de vida, sería una revolución casi igual a las que supusieron las teorías de Copérnico y Kepler, la ley de la gravitación de Newton o la relatividad de Einstein.

¿Los planetas que buscas son lo que denomináis exoplanetas?

Sí. Exoplanetas son todos aquellos que están fuera del Sistema Solar y que orbitan alrededor de estrellas diferentes a nuestro Sol. El primer exoplaneta detectado alrededor de una estrella ‘normal’ fue 51 Pegasi b. Su año dura cuatro días, en lugar de 365 y un cuarto, como el nuestro. Eso significa que está muy cerca de su estrella y, por tanto, su temperatura en superficie es muy alta. También sabemos que el tamaño de 51 Pegasi b es parecido al de Júpiter, que es diez veces más grande que la Tierra. Júpiter no tiene una corteza sólida en la que pueda desarrollarse vida; es prácticamente todo gaseoso. Y 51 Pegasi b es muy parecido a Júpiter. A este tipo de planetas, que son los que descubrimos primero, los llamamos ‘Júpiteres calientes’. Después hemos ido detectando otros cada vez más pequeños, más alejados de su estrella y por tanto más fríos. Y también supertierras, con masas 4, 5 o 6 veces la masa de la Tierra. El objetivo ahora es detectar un exoplaneta con una masa similar a la de la Tierra y con una separación correcta de su estrella como para que su temperatura permita la existencia de agua en estado líquido en su superficie. Esta es la condición para que pueda haber algún tipo de vida.

Recientemente la NASA ha difundido el hallazgo de 715 exoplanetas.

Sí. Su misión espacial Kepler ha hecho públicos datos de los que se deduce la existencia de unos 700 exoplanetas que se han detectado por el método de tránsito. 51 Pegasi b se identificó con el método de velocidad radial, que implica tomar espectros y ver el bamboleo gravitacional que el planeta produce en su estrella. El método de tránsito consiste en que el planeta pasa por delante de su estrella, como si se produjera un pequeño eclipse, solo que tienen que estar muy bien alineados el planeta, su estrella y nosotros para que lo podamos ver.

¿Para qué servirá CARMENES, el instrumento que se instalará en el telescopio del observatorio de Calar Alto?

51 Pegasi b se detectó alrededor de una estrella parecida al Sol. Con la tecnología actual no podríamos detectar por ese mismo método de velocidad radial un planeta como la Tierra a la separación típica del Sol, es decir, cuyo año durase entre 300 y 400 días. Ese bamboleo gravitacional del que hablaba es inversamente proporcional a la masa de la estrella, o sea que cuanto más pequeña sea la estrella, más bamboleo le va a provocar el planeta. En los últimos años, astrofísicos de todo el mundo estamos buscando planetas de tipo Tierra –exotierras– alrededor de las estrellas más pequeñas, porque el efecto que produce el planeta sobre ellas hace que sean más fáciles de detectar. El problema es que estas estrellas, conocidas como de tipo M, son rojas y frías, mientras que el Sol es amarillo. Los instrumentos que se han utilizado hasta ahora para buscar planetas por el método de velocidad radial están diseñados para trabajar en la zona espectral del amarillo y no llegan hasta el rojo. Hace falta un espectrógrafo que trabaje en la parte más roja del óptico o en el infrarrojo cercano. CARMENES es el instrumento que va a permitir eso.

Volvamos al asunto de la divulgación. ¿Deben asumir los científicos el principal papel de divulgadores de la ciencia?

No, debe ser algo compartido. A veces los científicos somos los únicos que podemos enseñar determinadas cosas, pero debería haber más periodistas que nos apoyaran, y los gabinetes de comunicación y áreas de Cultura Científica de las instituciones deberían reforzarse. Mira la NASA, todo el mundo sabe qué es. Yo trabajo en el campus de la Agencia Espacial Europea. ¿Y cuánta gente conoce la ESA?

Así que abogas por que se aúnen esfuerzos entre investigadores y periodistas o expertos en comunicación.

Sí, sin duda. Nosotros no podemos hacerlo todo. A mí me han llegado a poner pegas desde ‘arriba’ por dedicarme a la divulgación y entender que entonces no estoy haciendo ciencia.

Diversas encuestas señalan que, en comparación con nuestros vecinos europeos, la sociedad española es menos culta desde el punto de vista científico. ¿Compartes esta idea?

No sabría qué decir. He vivido en Alemania y no he visto grandes diferencias... ¿Que habría que mejorar? Sí, eso siempre.

Por ejemplo, ¿crees que si al ciudadano medio se le preguntase por nombres de científicos españoles actuales sabría dar una respuesta?

¡Es que no salimos en las noticias!

¿Hace falta que los medios de comunicación divulguen más la ciencia?

Sí. Tienen más resonancia las notas de prensa que vienen de la NASA que las de aquí. Pero no sé cómo arreglar eso. Creo que hace falta más divulgación de la ciencia española. Casi todas las noticias que se publican vienen de EEUU y a veces son verdaderas sandeces. Alguien de aquí puede publicar algo mucho más interesante, pero si está investigando en un centro pequeñito, que no tiene su gabinete de prensa, no aparece por ningún lado.

¿Resulta complicado compaginar la carrera científica con la vida personal?

Sí, mucho. Yo llevo 15 años con mi mujer y entre medias he tenido que vivir en Canarias y en Alemania. Ahora estoy en el último año de contrato Ramón y Cajal y ya se sabe que el CSIC no va a sacar plazas de astrofísica...

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Histórico de Protagonistas de la ciencia