Memoria anual de la actividad científico-técnica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Por primera vez parte de los contenidos aparecen en formato digital, lo que permite ampliar los contenidos textuales y, sobre todo, incrementar el número de imágenes y gráficos.
Las llamadas Memorias contemporáneas o post-reestructurales realizadas entre los años 1986 y 2002 obedecen a un intento de sistematización de los contenidos orientados en dos sentidos: el primero, la obtención de resultados, y el segundo, el acercamiento al ciudadano. A partir de 1993 la estructura básica de las Memorias se centra en la programación científica, los centros técnicos y/o de apoyo y la llamada extensión científica, como nexo de acercamiento al ciudadano. Otro aspecto que adquiere un lugar destacado es la cooperación científica internacional sin olvidar reflejar la financiación de la actividad científica.
Las memorias tienen un carácter mucho más divulgativo como intento de hacer participar a la sociedad de la actividad científica. Es el periodo en el que se reconoce la complejidad y gran número de centros del Consejo, se asume que es imposible dar exhaustiva información sobre sus actividades y se remite, por tanto, a las memorias individuales de cada centro para conocer sus logros anuales. La labor desarrollada por los centros queda resumida en unas esquemáticas líneas sobre la actividad investigadora desarrollada. Las Memorias se centran en la labor de gestión de recursos y alcance de dicha gestión.
En la segunda mitad de los años 60 se observa cómo las Memorias cambian radicalmente su estructura. Se pasa de una concepción de la Memoria como informe anual histórico a la Memoria como informe anual estadístico. Las actividades investigadoras particulares pasan a un segundo plano y se destaca la labor colectiva, las líneas investigadoras en grupo, en definitiva, la política investigadora global. El dato cuantitativo predomina sobre la expresión de la labor individual, que queda englobada en los guarismos estadísticos. Es la época en la que la influencia de la UNESCO es claramente notoria. Se adopta su organización y sistematización de las áreas científicas y del conocimiento, con un deseo por parte del CSIC de integrarse plenamente en la comunidad científica internacional.
En los primeros años del CSIC las normas para la redacción de memorias permitían a los centros ciertas concesiones en cuanto a la forma y extensión en su redacción, lo que contribuyó a la existencia de una gran heterogeneidad en los datos aportados que, si bien enriquecían notablemente el relato de las actividades desarrolladas, producían grandes desniveles informativos entre los distintos centros.