Una exposición virtual del CSIC te enseña las plantas que vinieron de América y cambiaron nuestra dieta para siempre
La muestra está ilustrada por una selección de grabados de diferentes épocas procedentes de la Biblioteca del Real Jardín Botánico
La muestra está ilustrada por una selección de grabados de diferentes épocas procedentes de la Biblioteca del Real Jardín Botánico
La manera de comer de los europeos de hoy sería muy diferente si el navegante Cristóbal Colón no hubiera tratado de encontrar una ruta más rápida para llegar desde España a las islas de las especias en el sureste de Asia. La muestra virtual Las plantas comestibles que vinieron de América, comisariada por el Real Jardín Botánico (RJB) del CSIC, explora cómo los nuevos vegetales que acababan de ser descubiertos no solo enriquecieron las cocinas de Europa, Asia y África, si no que tuvieron un enorme impacto en la cultura, economía y política a nivel mundial.
Disponible en la web de Europeana, la mayor plataforma de patrimonio digital europeo, la exposición tiene su punto de partida en el regreso a Europa de Colón y su tripulación, que trajeron de los nuevos territorios una selección de plantas y especias desconocidas hasta entonces. La recepción de estos alimentos en Europa fue muy variada. Mientras que unos, como el maíz y la batata, fueron aceptados desde el inicio y reconocidos por los primeros exploradores como alimentos apropiados para llevar en sus largos viajes, otros fueron recibidos con reticencias y hubo que esperar bastante tiempo para que finalmente fuesen cultivados y consumidos en el viejo continente.
Hoy es muy difícil imaginar nuestra dieta mediterránea sin las patatas o los tomates, pero inicialmente fueron consideradas plantas tóxicas, por lo que crecían exclusivamente en jardines como plantas ornamentales. No fue hasta finales del siglo XVII cuando los tomates fueron incluidos en la dieta del sur de Europa y hasta finales del siglo XVIII cuando las patatas fueron ampliamente aceptadas.
El cacao tampoco generó mucho entusiasmo. En su obra Historia natural y moral de las Indias, de 1590, el jesuita antropólogo José Acosta se refería al chocolate como un brebaje que producía asco, y que sin embargo era muy apreciado en su lugar de origen.
Otras plantas como la yuca y la papaya que no llegaron a cultivarse en Europa, pero se llevaron a otros continentes, donde actualmente son parte fundamental de la dieta de sus habitantes.
La larga lista de alimentos que llegaron de las Américas incluye tomates, pimientos, patatas, cacao, maíz, vainilla, piña, chirimoyas o cacahuetes, entre muchos otros. Con el paso del tiempo, los beneficios y usos potenciales de estos alimentos fueron finalmente reconocidos y todos ellos, en mayor o menor medida, produjeron un profundo cambio en la dieta de los europeos y del resto del mundo.
La exposición, comisariada por María del Carmen Peña Chocarro y Félix Alonso, se enmarca dentro de las actividades de difusión y divulgación del proyecto europeo Linking Biodiversity and Culture Information (LinBi), del que la Biblioteca del RJB-CSIC forma parte junto con otros cuatro socios europeos: la cadena de radiodifusión Berlín-Branderburgo, Rundfunk Berlin-Banderburg (RBB, Alemania); el Museo de Historia Natural de Viena (NHM, Austria); la agencia tecnológica Angewandte Informationstechnik Forschungsgesellschaft (AIT, Austria) y el Jardín Botánico de Meise (APM, Bélgica).
La muestra, que fue inaugurada hace un mes con los textos en inglés, se presenta hoy en castellano. En estos 30 días, más de 12.000 personas han visitado sus contenidos.
Retratos de plantas, flores y su recolección
La exposición viene acompañada de una selección de grabados botánicos, muchos de ellos iluminados, procedentes de la Colección de libros raros y especiales de la Biblioteca del RJB-CSIC. Las estampas están dibujadas por los ilustradores botánicos de mayor talento y ejecutadas con gran maestría por reputados grabadores europeos de diferentes épocas.
Entre los ilustradores presentes en la exposición destacan Georg Dionysius Ehret (1708-1770), uno de los artistas botánicos más importantes de la segunda mitad del siglo XVIII y colaborador de Lineo en sus primeras obras, o el francés Pierre Jean François Turpin (1775-1840). La muestra incluye el grabado de la yuca realizado por este último para la obra Nova genera et species plantarum (1824-1825), en la que el famoso naturalista y explorador Alexander von Humboldt y el botánico francés Aimé Bonpland describieron 4.500 plantas recopiladas en su viaje por Sudamérica.
La exposición también resalta el trabajo de ilustradoras que, aunque han gozado de un menor reconocimiento, realizaron trabajos de gran calidad y precisión, como la ilustradora y retratista francesa Ernestine Panckoucke (1784-1860) o la acuarelista italiana Angela Rossi Bottione.
RJB Comunicación / CSIC Cultura Científica
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