El CSIC estudiará el herbario de variedades de vid cultivadas más antiguo del mundo
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) estudiará el herbario de variedades de vid de Simón de Rojas Clemente y Rubio, conservado desde 1802 en el Real Jardín Botánico de Madrid. El estudio está financiado gracias a un acuerdo entre el CSIC y la empresa vitivinícola José Estévez S.A.
El trabajo está dirigido por la investigadora del CSIC María del Carmen Martínez, responsable del grupo de Viticultura en la Misión Biológica de Galicia. Junto a este equipo participan el investigador Mauricio Velayos, del Real Jardín Botánico de Madrid, y el grupo de investigación del INRA-Montpellier (Francia), dirigido por Jean-Michel Boursiquot.
“Los datos reunidos hasta el momento indican que se trata del herbario de variedades de vid cultivadas más antiguo del mundo”, según señala Martínez. El siguiente en antigüedad, añade, sería el que se conserva en Francia, que data de 1870.
El herbario consta de 186 pliegos, y cada uno incluye las hojas y brotes desecados de una variedad de vid concreta. Todas las muestras fueron recogidas en Andalucía, gran parte en Sanlúcar de Barrameda, Trebujena y Jerez. Desde entonces se conservan en el centro de investigación madrileño, junto con más de 1.000.000 de ejemplares de distintas especies, que forman el mayor herbario español.
Simón de Rojas Clemente fue el primero en aplicar el método científico al estudio y descripción de las variedades de vid cultivadas, y está considerado por tanto el primer ampelógrafo del mundo. En 1807 publicó un libro, traducido a varios idiomas e imitado posteriormente por expertos de todo el mundo, en el que establecía un método de descripción de las variedades de vid.
“De hecho, prácticamente todos los parámetros que él estableció se siguen utilizando en la actualidad, ya que se recogen en el código oficial para la descripción de variedades de vid, de la Organización Internacional de Vid y el Vino, de la que forman parte 46 países”, indica Martínez.
Clemente incluye en su libro la descripción de gran parte de las variedades conservadas en el herbario, pero su costumbre de darles nombres dedicados a autores, o incluso de inventarlos, no permite saber con exactitud a qué variedades podrían referirse, argumenta Martínez. “Por tanto, el hecho de poder completar las descripciones del libro con nuevos estudios ampelográficos y moleculares, directamente sobre el material del herbario, permitirá saber cuáles corresponden a variedades actuales, o cuáles podrían haber desaparecido”, explica la investigadora.
La empresa José Estévez S.A., una de las mayores de Andalucía, con 800 hectáreas de viñedos en Jerez, señala que su colaboración con el CSIC sirve para cerrar los actos de “2014. Jerez, Ciudad Europea del Vino” y a la vez para iniciar una etapa de cooperación entras las dos instituciones con el objetivo común de situarse a la vanguardia de la ciencia y el vino.
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