Descubriendo Pathiana, un territorio clave en la historia de Senegal
Esta región, nexo del comercio atlántico, fue decisiva en la historia del país norteafricano desde el siglo XIII hasta el XIX. Un proyecto europeo rescata su esplendor excavando sus restos arqueológicos y transcribiendo su tradición oral
Esta región, nexo del comercio atlántico, fue decisiva en la historia del país norteafricano desde el siglo XIII hasta el XIX. Un proyecto europeo rescata su esplendor excavando sus restos arqueológicos y transcribiendo su tradición oral
En el sur de Senegal se encuentra una región conocida como Pathiana, una pequeña provincia que formó parte del opulento reino de Kaabu. Entre los siglos XIII y XIX, Kaabu controló el comercio atlántico de la zona y la política de Senegambia, un territorio que se extiende entre las zonas septentrionales de Senegal y Guinea-Bissau. A pesar de su importancia, la historia de Pathiana había quedado relegada a la tradición oral del lugar, o a breves anotaciones de comerciantes europeos. Aquella carencia llamó la atención de una arqueóloga del CSIC, que se propuso recuperar la historia de Pathiana, un territorio que logró mantener sus fronteras e identidad durante ocho siglos.
En noviembre de 2019, la arqueóloga del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC (Incipit) Sirio Canós-Donnay recibía una beca individual MSC-IF (Marie Sklodowska-Curie) financiada por el programa europeo Horizonte 2020. Es así como comenzaba el proyecto Pathiana Archaeological Landscapes Project (Palp) con dos objetivos: rectificar el desconocimiento sobre Senegambia meridional y generar una base de datos para comprender la complejidad política de Pathiana. “A pesar de su importancia histórica, su territorio nunca había sido estudiado arqueológicamente. Este proyecto tiene como fin corregir esa situación”, destaca Canós-Donnay.
Entrega de las transcripciones de las entrevistas. / Sirio Canós-Donnay
Este ambicioso trabajo suponía poner en marcha una metodología que ha combinado la investigación de archivo con el trabajo de campo para relacionar, por primera vez, las narrativas intangibles de la región con los restos arqueológicos tangibles. “Grabamos entrevistas en los principales pueblos, prospectamos la región completa y recopilamos toda la información disponible en los archivos nacionales de Senegal, Gambia, Portugal, Francia e Inglaterra”, añade.
Dos años más tarde, en noviembre de 2021, llegaban los resultados al confirmar la arqueología lo que la tradición oral ya anticipaba. El proyecto Palp lograba determinar la estructura social y económica de Pathiana, confirmar su importancia geopolítica durante más de seis siglos e identificar una treintena de nuevos yacimientos arqueológicos. La siguiente fase del proyecto comprendía la conservación de los enclaves descubiertos mediante la entrega de sus coordenadas a instituciones senegalesas, encargadas de continuar los trabajos arqueológicos. Sin embargo, la mayoría de hallazgos se basaban en las historias contadas por las gentes del lugar, que no serían olvidadas: “Volvimos a los pueblos visitados a entregarles los datos recopilados de la historia de cada pueblo, entregando una copia al jefe, a la escuela y a la biblioteca, cuando la había”, apunta la arqueóloga.
Pathiana fue un actor clave en el comercio atlántico entre los siglos XII y XIX
La relevancia científica y social del proyecto ha supuesto su continuación mediante una ayuda extraordinaria, financiada por el CSIC, que se extenderá hasta abril de 2023. “El objetivo ahora es completar la información con nuevas excavaciones en uno de los yacimientos documentados, en concreto el de Paroumba, y difundir los resultados de la investigación”, explica.
La historia de Pathiana
La historia de Pathiana parece comenzar en el siglo XIII, cuando Senegambia es anexionada al imperio de Mali bajo un nuevo nombre: reino de Kaabu. En los siglos posteriores, la región adquiere un gran desarrollo económico y político gracias a su papel como intermediario entre los puertos atlánticos y las rutas comerciales del interior. Pathiana no era una provincia costera ni fluvial pero las excavaciones han demostrado que tenía acceso a productos importados de Europa. “Aunque su papel comercial está por determinar, en el yacimiento de Payoungou se han encontrado botellas de ginebra holandesa, cuentas venecianas y perfumeros franceses”.
En el siglo XVI, el reino Kaabu aprovecha la debilidad del imperio de Mali para conseguir su independencia. La región goza de estabilidad hasta 1860, cuando se pone fin a seis siglos de gobierno de Kaabu para dar lugar al nuevo estado de Fulaadu. “Una combinación de problemas económicos, internos y externos, marcan el fin de Kaabu y la aparición de Fulaadu antes de la colonización completa, a principios del siglo XX”.
Documentación de un yacimiento mediante dron. / Sirio Canós-Donnay
En 1960, con la independencia de Senegal, Pathiana sobrevive bajo el nuevo nombre de distrito de Pakour, mantiene sus fronteras y crea una estructura democrática que se desarrolla sobre la tradicional, que sigue funcionando. “En resumen, durante ocho siglos de historia Pathiana ha demostrado una flexibilidad y poder de adaptación extraordinarios, combinados con la capacidad de mantener su identidad y territorio”.
Información y conservación
La historia de Pathiana esperaba latente detrás de libros guardados en estanterías y de historias de los ancianos del lugar. El trabajo desarrollado por los investigadores no sólo ha permitido corroborar la importancia geopolítica de la región, sino que ha logrado salvaguardar parte de la misma, presente en la tradición oral. “Varios de los entrevistados han fallecido sin transmitir sus conocimientos, así que nuestras grabaciones es lo único que queda de ellos”.
El proyecto Palp ha recuperado el pasado de Pathiana para transmitirlo a las generaciones futuras a través de dos iniciativas: la creación de una página web (Kaabu.info) sobre los yacimientos documentados y la entrega de información a las escuelas para transmitir la historia local con datos contrastados. “Creamos una web accesible a través de teléfonos móviles, muy extendidos en la región, en la que cualquiera puede acceder a la información”, aclara Canós-Donnay.
Este trabajo también comprende la conservación e investigación de los hallazgos realizados. La primera parte, la de la conservación, se ha desarrollado mediante la donación de una colección cerámica a la Universidad de Ziguinchor y de un dossier con las coordenadas de los asentamientos a la Dirección Nacional del Patrimonio Cultural de Senegal. La segunda parte, relacionada con la investigación, supone que estudiantes de las universidades de Ziguinchor y Dakar, ambas en Senegal, puedan realizar sus tesis y trabajos de fin de máster descubriendo la antigua cultura de Pathiana.
Alejandro Parrilla García / CSIC Comunicación
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