Los habitantes del poblado neolítico de La Draga empleaban hongos para encender el fuego
Los trabajos arqueológicos en el yacimiento neolítico de La Draga (Girona) han sacado a la luz una singular colección de hongos políporos y ascomicetos, de unos 7.300 años de antigüedad, única en la Prehistoria de Europa. El estudio de estos restos, en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), demuestra el uso tecnológico de los hongos como yesca para encender el fuego en el Neolítico. Se trataría, por tanto, de uno de los ejemplos más antiguos documentados hasta el momento del uso tecnológico de los hongos. Los resultados del trabajo realizado junto a investigadores de la Universidad de Hohenheim, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Museu d’Arqueologia de Catalunya se publican en la revista PLOS ONE.
Los hongos políporos pueden crecer sobre los troncos de árboles muertos o parasitar árboles vivos. Se trata de especies no comestibles que tradicionalmente se han conocido como hongos yesqueros ya que su estructura leñosa los hace altamente inflamables y, por tanto, ideales para iniciar y transportar el fuego. Y se utilizaban para prender las chispas que se desprendían de golpear una roca silícea contra un mineral rico en sulfuro de hierro, como la pirita o la marcasita. En este trabajo, los científicos han identificado mediante el estudio taxonómico la presencia de 86 restos, algunos de ellos enteros, atribuibles a seis especies diferentes: Skeletocutis nivea, Coriolopsis gallica, Daedalea quercina, Daldinia concentrica, Ganoderma adspersum y Lenzites warnieri.
Los investigadores sostienen la hipótesis de que dichos hongos fueron seleccionados en el entorno de La Draga y llevados hasta el poblado para su almacenamiento, como demuestra su hallazgo en un mismo lugar. Algunos restos muestran evidencias de su manipulación para ser utilizados como yesca, otros están parcialmente carbonizados.
“Estos hallazgos hacen de La Draga un caso excepcional para el estudio del uso de hongos en la Prehistoria. Es uno de los yacimientos donde mayor cantidad y diversidad se han recuperado hasta ahora. Además, presentan signos de manipulación, por tanto, estaríamos ante una de las evidencias más antiguas de su uso tecnológico”, señala el investigador del CSIC Xavier Terradas, que trabaja en la Institución Milá y Fontanals.
El yacimiento de La Draga
Estos restos forman parte del conjunto de descubrimientos realizados en un poblado neolítico que se encuentra situado en la orilla oriental del lago de Banyoles (Girona). La importancia de este poblado prehistórico radica en que fue uno de los primeros lugares donde las sociedades campesinas neolíticas se establecieron en el noreste de la Península Ibérica, hace unos 7.300 años, transformando el espacio que les rodeaba para desarrollar las prácticas agrícolas y ganaderas necesarias para su subsistencia. Los humanos que ocuparon el asentamiento, lo hicieron de forma prácticamente continua a lo largo de unos 400 años.
“El rasgo más singular del yacimiento es la conservación de elementos elaborados en madera y otras materias orgánicas, hecho excepcional para cronologías tan antiguas. Esto posibilita un acercamiento diferente y más completo a la comprensión de las primeras sociedades campesinas del Mediterráneo occidental”, apunta Terradas.
El descubrimiento del yacimiento se produjo en 1990 y desde entonces se han sucedido las campañas de excavación bajo la coordinación del CSIC, la Universidad Autónoma de Barcelona, el Museo de Arqueología de Catalunya y el Museo Arqueológico Comarcal de Banyoles.
- M. Berihuete; J. Girbal; R. Piqué; A. Palomo y X. Terradas. Punk’s not dead. Fungi for tinder at the Neolithic site of La Draga (NE Iberia). PLOS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0195846