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#Ecología y territorio #Ecosistemas #Especies invasoras #CULTURA CIENTÍFICA

“Las invasiones biológicas están muy relacionadas con el desarrollo de infraestructuras”

Montserrat Vilà, ecóloga en la Estación Biológica de Doñana (EBD), participa en la serie de entrevistas ‘Científicas y Cambio Global’

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El eucalipto, la falsa acacia o el ailanto son solo algunas de las plantas invasoras con las que convivimos. Introducidas en la península ibérica y las islas por los seres humanos, han conseguido establecerse y dispersarse en el medio natural, una dinámica que ha alterado los ecosistemas y puesto en peligro su biodiversidad. Hablamos de ello con Montserrat Vilà, investigadora del CSIC en la Estación Biológica de Doñana (EBD) y especialista en invasiones biológicas, una faceta del cambio global que, nos cuenta, se ve favorecida cuando en el territorio hay zonas que se encuentran ya perturbadas. Así esta dispersión de especies es más recurrente en áreas costeras y urbanizadas.

 

Tu investigación se centra en las invasiones biológicas protagonizadas por plantas. ¿Qué repercusión tienen las especies exóticas invasoras en la biodiversidad?

Muchas especies invasoras causan impactos en la biodiversidad porque pueden competir con las especies nativas, disminuir sus abundancias y cambiar toda la estructura de una comunidad a distintos niveles tróficos. Por ejemplo, disminuyendo su diversidad o cambiando la abundancia de especies. También repercuten en los procesos del ecosistema, como los ciclos de nutrientes, la disponibilidad de agua, la calidad del hábitat… Hay ejemplos de impactos en todos los procesos ecológicos.

¿Cuál es la relación entre las invasiones biológicas y la llamada ‘macdonalización’ de los ecosistemas?

El fenómeno de ‘Macdonalización’ es lo mismo que homogeneización biótica y se refiere al movimiento de especies de unas regiones a otras. Muchas especies tienen una distribución muy global, más allá de donde se han originado y de donde son capaces de dispersarse por sus propios medios. De manera que muchos ecosistemas tienen especies que no son las que han evolucionado allí, y que no estarían en ellos si nosotros no las hubiéramos traído. Las invasiones biológicas son un componente del cambio global, igual que el cambio climático, el cambio de usos del suelo, la contaminación y la eutrofización [enriquecimiento excesivo de nutrientes] de los ecosistemas. También existe esta globalización y este movimiento de especies de un lugar a otro, que realizamos los humanos.

¿Qué factores ambientales favorecen la aparición y establecimiento de especies invasoras?

Depende de los requerimientos de la especie. El más importante sería la perturbación. Al menos en el caso de las plantas, muchas especies exóticas que introducimos, a lo mejor como ornamentales, tienen más facilidad de establecerse en el medio natural en las zonas más perturbadas, porque en ellas muchas veces hay pocas especies nativas y las invasoras encuentran más recursos.

Montserrat Vilà explica que las zonas más invadidas son aquellas más perturbadas, que reciben más especies exóticas y con más frecuencia

¿Y qué se entiende por zona perturbada?

Está muy claro que zonas que han perdido especies nativas, pobres en especies, tienen más posibilidad de ser invadidas y de que haya un mayor número de especies invasoras.

En la península ibérica, ¿qué zonas sufren más invasiones?  

Lo hemos analizado a nivel nacional y también a nivel del paisaje. Normalmente las zonas más invadidas son aquellas más perturbadas y también las que reciben más propágulos, es decir, que reciben más especies exóticas y con más frecuencia. Por ejemplo, las zonas costeras. En cambio, a una zona montañosa, espacios menos perturbados, no llegan propágulos ni semillas. Si llegan se van a encontrar con unas condiciones difíciles para establecerse. Las áreas urbanas son zonas perturbadas casi siempre. De hecho, las invasiones están muy relacionadas con el desarrollo, sobre todo de infraestructuras. Por ejemplo, el Canal de Suez ha sido una vía de entrada de especies del mar Rojo al mar Mediterráneo. El Canal de Panamá, igual. Todas las conexiones y trasvases de ríos también pueden ocasionar la entrada de unas especies de unas zonas a otras; canalizaciones, carreteras… Pero no por la carretera en sí, sino por toda la perturbación que se está haciendo.

¿Las invasiones biológicas se dan más en unas condiciones climáticas que en otras?

Para que una especie de otra región tenga éxito en una nueva área necesita un clima que le sea favorable. No quiere decir que tenga que ser exactamente el mismo de la zona de procedencia, pero sí que le sea favorable. Si introducimos una planta tropical en el ártico seguro que no le va a ir bien. Pero si la introducimos en el clima mediterráneo, aunque aquí haya veranos muy secos, en un bosque de ribera tiene unas condiciones muy buenas. Es importante que la especie encuentre unas condiciones ambientales que le sean favorables. Hay que tener en cuenta que muchas especies tienen en la zona de introducción un área de distribución de unas condiciones más amplias de las que tienen en su zona nativa. A veces una especie está restringida en un ámbito porque no ha tenido la capacidad de dispersarse, pero si lo hiciera podría tolerar otras condiciones. Esto es lo que vemos muchas veces en las invasiones. Puede ocurrir que, cuando una invasión es pequeña o hace poco que una especie se ha introducido y se ha expandido, ocupe una zona muy pequeña, pero al estudiar cuáles son sus características en su zona de origen, vemos que tiene potencial para expandirse mucho más.

Cuéntanos en qué consiste la ‘Lista Verde’. ¿Cuál es su objetivo?

Hemos hecho un análisis de las plantas que se están comercializando en viveros y las que utilizamos como ornamentales en parques urbanos, y qué riesgo tienen de convertirse en invasoras. Las hemos clasificado en diferentes listas para ayudar e informar a los gestores de medio ambiente acerca de qué especies no deben plantar o arrancar. Por un lado, hay una lista de especies que incluso están reguladas por la legislación española y europea, no deberían plantarse y deberían eliminarse porque son invasoras. Por otro lado, hemos elaborado una lista de especies exóticas que, tras buscar toda la información científica posible, no consideramos que un potencial invasor: ni se conoce que tengan impactos en otras zonas del mundo, ni creemos que pudieran establecerse en el medio natural en el caso de que se escaparan. La llamamos Lista Verde para que no nos digan que siempre vamos en negativo. No es que tengamos manía a las especies exóticas, comemos muchas plantas que lo son, pero necesitamos una herramienta para decidir cuáles son seguras. Un ejemplo es el Ficus benjamina [o boj o laurel de la india, amate, caucho benjamina o matapalo por sus nombres comunes]: se ha plantado en muchos lugares y no hay ningún registro de que sea una especie invasora. 

¿Qué riesgos conlleva para la biodiversidad la venta de especies invasoras en viveros?

Son plantas que pueden competir con las plantas nativas. Algunas de ellas producen polen, que es alergógeno, y esto puede ser perjudicial para las personas que tengan alergia. Algunas tienen pinchos, por lo que no interesa que se expandan en el medio natural. Nos llamó la atención, como decía, que en los viveros hay especies que no deberían plantarse porque están reguladas.

¿Cómo podrían prevenirse futuras invasiones de plantas exóticas?

Hay análisis de riesgo que te ayudan a decidir qué especies no deberían introducirse en un país, en una región o en un hábitat concreto. Y si se introducen es necesario que haya medidas concretas de contención para evitar, por ejemplo, que se escapen. Si te compras una mascota, cuando te canses de ella no la dejes en un río o donde sea. Puede ser un foco de invasión. Lo mismo ocurre con las plantas ornamentales. Cuando podes tu jardín, no dejes todos los restos en la cuneta, al lado de la urbanización. Son medidas que serían muy fáciles de realizar y que la gente no pone en práctica.

En el contexto actual de pandemia, ¿qué puede hacerse ante la afección de las enfermedades infecciosas a la ecología y los ecosistemas?

Lo que hemos visto es que las perturbaciones son el foco de muchas infecciones. Este sería el caso de la COVID, y ocurre con muchas enfermedades zoonóticas [que se transmiten de los animales a los seres humanos, y viceversa], aunque no sepamos cuáles han sido los animales reservorios por los cuales ha transitado. Siempre que la zona urbana y la perturbación se ponen en contacto con una zona natural, las enfermedades de los animales que viven allí muchas veces saltan a los animales domésticos o a los humanos. Ya lo sabíamos, pero lo hemos visto una vez más y lo hemos recordado con otras muchas enfermedades. Lo que también hemos aprendido durante el confinamiento es que, si las personas nos quedamos en casa, muchos animales transitan más por las zonas naturales y urbanas, porque habitualmente les molestamos. Está claro que nuestra presencia perturba mucho su actividad.

La investigadora señala que hay muchos paralelismos entre las epidemias y las invasiones biológicas

¿Podrías explicarnos la similitud que estableces entre el coronavirus y una especie invasora?

Un grupo de investigadores e investigadoras, que trabajamos con invasiones biológicas de plantas y animales, hemos realizado una reflexión con gente que trabaja con patógenos, y la interacción entre ellos, las células y el cuerpo humano para establecer más paralelismos. El proceso de transporte, entrada, establecimiento e invasión es el mismo que el de una epidemia. Hay un transporte, una infección, una transmisión y una epidemia. Y puede haber una pandemia cuando esto ocurre a nivel global. El proceso es el mismo lo que pasa es que utilizamos distintas técnicas y conceptos. Estamos en disciplinas diferentes, pero en el fondo todo es biología.

¿Qué características deben tener las especies para ser más vulnerables a una infección?

Hay varias. Una es la hipótesis eco-evolutiva. Explica que, si un cuerpo no ha estado expuesto a un patógeno determinado, tiene muchas más posibilidades de enfermar. Esto ocurre también en las invasiones biológicas. Si una especie entra en un ecosistema, donde no hay ninguna especie emparentada, es decir, parecida, las especies nativas van a sufrir más porque no han establecido nunca interacción con una especie similar. No saben cómo comportarse y, además, la especie utiliza los recursos de una manera distinta.

¿Qué te sugiere el epígrafe ‘Científicas y Cambio Global’?

Está claro que las mujeres estamos trabajando en cambio global, al mismo nivel que los hombres sin ninguna duda. Agradezco esta oportunidad que nos dais para que nuestra voz sea también escuchada.

 

Esta entrevista forma parte del proyecto 'Científicas y Cambio Global. Programación de la Red de Cultura Científica del CSIC’, que cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación.

Irene Lapuerta Murillo (CSIC Cultura Científica)

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