La astrofísica del CSIC Montserrat Villar recorre el cosmos a partir de las obras del Museo del Prado
El recorrido muestra cómo la visión y el conocimiento del universo han variado según avanzaba la ciencia y cómo esos avances se plasmaron visualmente en el arte del pasado
El recorrido muestra cómo la visión y el conocimiento del universo han variado según avanzaba la ciencia y cómo esos avances se plasmaron visualmente en el arte del pasado
La astrofísica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Montserrat Villar ha creado el itinerario Reflejos del cosmos en el Museo del Prado a partir de 20 obras de la colección permanente de la pinacoteca. El recorrido, disponible hasta el 16 de octubre, muestra cómo la visión y el conocimiento del universo han variado según avanzaba la ciencia y cómo esos avances se plasmaron visualmente en el arte del pasado.
“El conocimiento del cosmos ha evolucionado a la par que nuestra forma de pensar en él. Comenzamos hace varios miles de años tratando de dar respuesta a sus misterios a través de los mitos. Los primeros filósofos de la naturaleza trataron después de despojar nuestra mirada de mito y de leyenda para dar respuestas en base a la razón y la observación. La ciencia, especialmente a partir del siglo XVII, llegaría como un tsunami para intentar aportar en cada momento la explicación que más se aproxima a la realidad del cosmos. Así pasamos de un universo esférico y eterno en el que todo giraba en torno a la Tierra inmóvil que ocupaba su centro, a un universo que nació hace unos 13.800 millones de años, quizá infinito, y donde la Tierra es tan solo un mundo más”, explica Villar.
El itinerario se articula en cuatro recorridos temáticos independientes pero complementarios entre sí. El primero, El mito de la Tierra plana, con obras como El paso de la laguna Estigia, de Patinir, o El tercer día de la Creación, de El Bosco, “trata de desmontar la idea errónea y tan extendida actualmente que afirma que en la Edad Media todo el mundo pensaba que la Tierra era plana. El conocimiento de su forma esférica, ya firmemente establecido desde la antigua Grecia, se mantuvo en Europa durante la Edad Media”, añade la investigadora.
En Mitos en las estrellas, el segundo de los recorridos, el visitante puede contemplar varias obras, como Perseo liberando a Andrómeda, de Rubens y Jordaens; protagonizadas por personajes de la mitología grecolatina que dieron nombre a constelaciones.
Las dos últimas secciones relatan la radical transformación que experimentó la percepción del cosmos a partir de la invención del telescopio en 1608 y el primer estudio sistemático del cielo realizado por Galileo Galilei con este nuevo artefacto en 1609.
En el tercer recorrido, Cuando la Luna perdió su pureza, con La Inmaculada Concepción en las diferentes versiones de Zurbarán, Murillo, Tiepolo y Rubens, se muestra cómo la Luna, que hasta entonces se consideraba pura y perfecta, se reveló a través del telescopio como un mundo imperfecto y corrupto, un mundo como la Tierra.
Por último, en La revolución del telescopio, El nacimiento de la Vía Láctea o Saturno devorando a un hijo, ambas de Rubens, entre otras obras, complementan el relato de la revolución que supuso el telescopio para el conocimiento del universo.
“Cada obra, sea por su relación directa y obvia con la astronomía, sea porque sirve de eslabón para construir las historias que cuento, está conectada argumentalmente con la anterior y con la siguiente; se engarza de manera natural en el hilo conductor del itinerario”, concluye Montserrat Villar.
Con esta selección, la astrofísica del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) logra trazar un viaje a través de los siglos para descubrir cómo el arte y la ciencia se entrelazan para enriquecerse con un profundo intercambio de miradas.
CSIC Comunicación
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