#INSTITUCIONAL #CIENCIAS AGRARIAS #Agricultura

José Enrique Fernández: “España es una potencia en tecnología agrícola”

El director del IRNAS-CSIC subraya la importancia de la investigación y la tecnología para la sostenibilidad del medio agrícola

Fecha de noticia:

José Enrique Fernández lleva el timón desde hace seis años del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), uno de los 23 institutos de investigación andaluces y ubicado en Sevilla. Este centro se dedica desde hace casi 70 años a investigar sobre el uso y conservación de los recursos suelo, agua y planta, tanto en sistemas agrícolas como forestales, especialmente en zonas áridas y semiáridas como Andalucía. Su director es también fundador del grupo de investigación de Riegos y Ecofisiología de Cultivos, especializado en el desarrollo de aplicaciones y estrategias para la racionalización del riego en cultivos leñosos como el olivar o la vid. Es un investigador convencido de que la ciencia necesita alianzas: con empresas e instituciones, para sacar adelante los proyectos; y con la tecnología, pieza clave para lograr la sostenibilidad del medio agrícola.

¿Es una quimera científica la búsqueda de la sostenibilidad agrícola, o realmente es posible?

No, no es una quimera. Existe el conocimiento y la tecnología necesarios para hacerlo y, de hecho, ya se aplica en un buen número de explotaciones. Otra cuestión son los factores socioeconómicos (hay que darle de comer a mucha gente a precios asequibles) y la falta de concienciación, o de escrúpulos, por parte de ciertas compañías productoras (buscan el mayor rendimiento económico a costa de un impacto ambiental que no consideran). Ambos factores hacen que haya un abuso, en demasiadas ocasiones, de la "agricultura industrial" frente a la "agricultura sostenible", pero esta última es factible.

Enumere algunos de los proyectos de investigación del instituto que dirige que trabajen en esa línea.

En el IRNAS se hacen muchos proyectos que contribuyen a que la sostenibilidad en la agricultura sea una realidad, ya que nuestros proyectos van orientados, con mucha frecuencia, a reducir el impacto de la agricultura en el ambiente sin reducir por ello la rentabilidad de la explotación. Tenemos proyectos sobre el diseño y ensayo de materiales y técnicas apropiadas para conseguir un adecuado uso sostenible del suelo; estrategias de riego deficitario, y de métodos de programación del riego, que conllevan notables ahorros de agua; elaboración de preparaciones herbicidas y plaguicidas, con las que reducir la contaminación del suelo y del agua sin afectar a su eficacia; u otros como la valorización de cultivos agroforestales (maderas, plantas herbáceas, residuos agrícolas) para conseguir un aprovechamiento más completo y racional de la biomasa vegetal.

¿Es la tecnología la clave en todo ello?

Hay dos elementos clave: la tecnología y la concienciación de todos los agentes involucrados: agricultor, distribuidor, consumidor, agencias medioambientales y Administración.
La tecnología es clave porque hay que controlar muy bien el medio para obtener de él lo que necesitamos sin perjudicarlo. Esto se hace con el conocimiento que tenemos sobre su funcionamiento y respuesta a nuestras actuaciones, y con las herramientas que nos permiten interaccionar con él sin dañarlo: sensores, herramientas digitales, controladores automáticos, sistemas de transferencia de datos, inteligencia artificial, etc. Por eso el conocimiento y la tecnología son fundamentales.
 

¿Y en qué deben acompañar las políticas públicas? ¿Europa, en concreto, está en esa línea?

Las políticas públicas son absolutamente necesarias, para (1) promover la adopción de la tecnología y de buenas prácticas de uso por parte del sector productor, (2) concienciar al consumidor sobre el consumo responsable y sostenible, y (3) intentar evitar los fuertes desajustes que se están produciendo (aparición de oligopolios tanto en el sector productivo como en el de la distribución).
La política europea cuida cada vez más estos aspectos. De hecho, muchas de las ayudas europeas a los agricultores van ligadas a un uso sostenible de la explotación, hay ayudas especiales para el cultivo ecológico, se fomenta la investigación en una Agricultura Intensiva Sostenible, que busca la producción a la par que se cuida el medioambiente, etc.
 

¿En qué situación se encuentra España respecto a otros países?

España es una potencia en agricultura:
- En cuanto a tecnología, está en el grupo de cabeza.
- Al ser un país europeo, le afecta lo dicho en el punto anterior sobre las ayudas de la UE, por lo que los agricultores están cada vez más concienciados sobre la necesidad de una agricultura sostenible.
- Los gobiernos de las CCAA suelen cuidar bastante lo relacionado con la agricultura sostenible.
- En cuanto al mercado, ahí fallamos: hay enormes desequilibrios que amenazan al futuro de muchas explotaciones y que no contribuyen a que se extienda la agricultura sostenible con la celeridad que debiera.
 

¿Qué medidas de apoyo tiene concretamente el Ministerio de Ciencia, la UE y las CCAA para impulsar la investigación en este sentido?

Los organismos financiadores (europeos, nacionales, regionales) ven con buenos ojos las líneas de investigación en las que se contemplan buenas prácticas agrícolas, la defensa y mejora de la biodiversidad, el impacto sobre los recursos suelo-agua-aire, sobre el paisaje, sobre las condiciones socioeconómicas de la comunidad rural, etc. Estos aspectos se contemplan específicamente en algunas de las ayudas que ponen a disposición de los investigadores y del sector, por lo que se puede decir que los organismos mencionados apoyan la agricultura sostenible en general y sus especificidades, como la agricultura de precisión, la agricultura digital, la agricultura ecológica, la agricultura intensiva sostenible, etc.

Erika López / CSIC Comunicación Andalucía y Extremadura

Material de descarga