"El debate sobre el cambio climático solo puede ser efectivo si está basado en el conocimiento científico"
Antonio Tovar es licenciado en Ciencias del Mar y Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Cádiz y trabaja actualmente en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN/CSIC). Nació en las Islas Canarias hace 49 años y nunca pensó dedicarse a otra cosa: “El Mar lo tiene todo por descubrir. Elegid un elemento de la tabla periódica y podréis dedicarle toda vuestra vida a estudiar el papel que juega en los océanos». Sus investigaciones se centran en el estudio de los ciclos biogeoquímicos marinos abordando proyectos que van desde la contaminación al cambio global, así como los relacionados con el desarrollo y puesta en marcha de métodos analíticos aplicados en química ambiental. Actualmente lleva a cabo el proyecto ‘PiMetAn’, financiado por la convocatoria 2018 RETOS de Investigación del Programa Estatal de I+D+i.
¿En qué consiste vuestra investigación y por qué os embarcasteis (nunca mejor dicho) en este proyecto?
Tratamos de comprender cómo funciona el sistema ecológico antártico, con la finalidad de generar conocimientos que nos permitan tomar medidas destinadas a preservar este frágil, excepcional y único ecosistema de nuestro planeta. Para ello debemos estudiar los procesos químicos y biológicos que ocurren a lo largo de la cadena trófica antártica. El proyecto PiMetAn aborda estudios que van desde la producción fitoplanctónica hasta la evolución de las poblaciones de pingüinos, pasando por el estudio del krill, que actúa como eslabón clave en toda la cadena trófica.
¿Qué resultados tenéis por ahora? ¿Y qué esperáis confirmar?
Los primeros resultados experimentales los obtendremos una vez hayamos realizado la primera campaña, la cual está prevista que se realice en el próximo verano antártico, entre diciembre de este año y febrero de 2021. Mientras tanto, hemos realizado ya una reunión de coordinación entre los investigadores participantes, diseñado experimentos, adquirido equipos y realizado entrenamientos tanto de buceo en aguas polares como de vuelo de aeronaves no tripuladas (drones). Además, hemos avanzado en uno de los objetivos prioritarios del proyecto, la divulgación. PiMetAn, tiene como prioridad transmitir la ciencia antártica a diferentes niveles académicos (desde colegios a universidades), y en este sentido hemos elaborado una página web que publicaremos este mes y un vídeo divulgativo que está teniendo una gran aceptación, tanto en la comunidad científica como en la sociedad en general.
¿Por qué es importante la divulgación?
El cambio climático es una realidad aceptada por la sociedad. Todas nuestras investigaciones medioambientales tienen implicaciones sociales, económicas y éticas que se enriquecen cuando generan un debate social y que se hace máximo cuanto mayor es el número de actores implicados (estudiantes, ciudadanos, empresarios, políticos, etc…). Este debate solo puede ser efectivo si está basado en el conocimiento científico y es aquí donde el esfuerzo en divulgación cobra protagonismo.
¿Qué medios necesita un proyecto de esta envergadura?
Se trata de un proyecto ambicioso que conlleva la participación de expertos en diferentes campos de la ciencia, como son las ciencias marinas y ambientales, la química, la biología y la geología. Además, el proyecto requiere de inmersiones subacuáticas y toma de datos mediante el uso de diferentes sensores embarcados en drones. Por todo ello, los investigadores participantes deben formarse y entrenarse para la realización de buceos en aguas polares y pilotaje de drones.
¿En qué lugar sitúa este proyecto al ICMAN-CSIC en investigación marina?
El ICMAN-CSIC es un referente en investigaciones que profundizan en el conocimiento de los procesos biogeoquímicos costeros y oceánicos, centrado en el estudio de la biodiversidad y sus respuestas al estrés ambiental. Las investigaciones lideradas desde el ICMAN tienen como finalidad última aplicar los conocimientos a la protección integral de los ecosistemas marinos. En este sentido, el proyecto PiMetAn no solo ayuda a consolidar el instituto en el campo de las investigaciones marinas, sino que lo posiciona como referente internacional en los estudios biogeoquímicos antárticos. La magnitud y relevancia del proyecto se refleja en la participación de investigadores pertenecientes a diversas instituciones nacionales e internacionales, como la Universidad de Cádiz, Universidad de Cantabria, Instituto Español de Oceanografía, Universidad Adolfo Ibáñez (Chile), Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Chile), University of Tasmania (Australia), Edith Cowan University (Australia) y University of British Columbia (Canadá).
¿Qué nuevos retos tienes como investigador?
Como resultado de la urgente necesidad de respuestas científicas a los cambios ambientales actuales, mis investigaciones van dirigidas a abordar aquellos problemas con repercusión para nuestros mares y océanos, y que son generados por la actividad humana. El reto consiste en tratar de prever las consecuencias de ciertas actividades humanas antes de visualizar y sufrir sus efectos, de manera que tengamos margen para evitar el impacto o en último caso minimizarlo. Por ejemplo, desde hace ocho años lideramos los estudios del impacto que los protectores solares tienen sobre nuestros ecosistemas marinos.
Por Erika López
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