El CSIC lidera un proyecto para estudiar un ecosistema con uno de los mayores depósitos mundiales de litio y potasio
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha firmado hoy (viernes 8 de marzo) un contrato de cooperación científica con la compañía minera chilena SQM Salar S.A., uno de los líderes mundiales en la explotación de litio y potasio, para realizar un diagnóstico y una evaluación ecológica y medioambiental de diferentes sistemas bióticos y abióticos de la cuenca del Salar de Atacama, el mayor depósito salino de Chile. Para ello, el CSIC ha formado un equipo multidisciplinar de investigadores expertos en ecología y recursos naturales que realizarán el diagnóstico durante el año y medio que dura el proyecto (de enero de 2019 a julio de 2020).
La presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, ha firmado hoy el contrato con Marcela Paratori, jefa de proyecto, y Ximena Aravena, jefa de Medio Ambiente de la compañía. Según lo declarado por Alejandro Bucher, vicepresidente de Medio Ambiente, Comunidades y Tecnología de la compañía, “el proyecto se enmarca en la mejora continua del plan de seguimiento ambiental, acorde con nuestra política de desarrollo sostenible, por lo que SQM constantemente está definiendo nuevos desafíos que le permitan continuar con el mejor estándar a nivel mundial”.
El proyecto estudiará los suelos, la vegetación, la fauna terrestre y la biota acuática. La investigadora Eulalia Moreno, de la Estación Experimental de Zonas Áridas, que será la responsable del equipo, explica los detalles del proyecto: “Los componentes ambientales que tenemos que evaluar son prácticamente todos los que forman el ecosistema Salar de Atacama: microorganismos, suelo, agua, flora, fauna y otros organismos acuáticos. Por esta razón en el CSIC hemos formado un equipo de investigadores expertos en estos temas, pertenecientes a siete de sus institutos”.
El equipo de investigadores está formado por Marc Ventura Oller y Emilio Ortega-Casamayor, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes; Carlos García Izquierdo, del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura; Andrew J. Green y Francisco J. Palomares Fernández, de la Estación Biológica de Doñana; Francisco Valera Hernández, Cristina Armas Kulik y Eulalia Moreno Mañas, de la Estación Experimental de Zonas Áridas; Enric Vazquez-Suñé, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua; Yolanda Pueyo Estaun, del Instituto Pirenaico de Ecología; y José Martín Rueda, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Fases del proyecto
El proyecto se desarrollará en dos fases. En la primera, se revisará el Plan de Seguimiento Ambiental Biótico (“PSAB”) actual, así como los datos que se han utilizado para su elaboración, todo ello suministrado por la empresa.
En la segunda fase, el equipo del CSIC propondrá las correcciones y mejoras para la optimización del PSAB revisado durante la primera fase con el fin de incorporar las investigaciones más recientes y los avances científicos más novedosos a nivel mundial. “El objetivo es comprender mejor los sistemas bióticos y abióticos que se van a proteger, identificar sus demandas y necesidades y, a partir de ellos, proponer las mejoras necesarias al Plan de Seguimiento existente”, indica Eulalia Moreno.
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