Científicos del CSIC viajan a Marruecos para estudiar el río Muluya
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) inicia hoy en Marruecos un proyecto pionero entre Marruecos y España en el que estudiará la influencia de las aguas procedentes del río Muluya sobre la calidad de las aguas y las características biogeoquímicas de la costa Marroquí.
El objetivo de este proyecto científico, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, reside en conocer el estado ambiental de la zona deltaica del río, para identificar puntos críticos cuya mejora pueda favorecer la sostenibilidad de las actividades costeras y el desarrollo económico de la zona, como las pesquerías, el marisqueo y las actividades turísticas.
“Otra de las principales metas del proyecto QueMoMar es la transferencia de conocimientos técnicos a investigadores y gestores medioambientales del Reino de Marruecos. La cooperación que surge del proyecto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo se traducirá en el incremento de la capacidad local para el estudio y seguimiento de dos aspectos clave de la calidad de aguas costeras: el modelado de corrientes costeras y el análisis de elementos traza en aguas continentales y marinas”, explica el investigador del CSIC Antonio Tovar, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares.
La primera sesión de transferencia de conocimientos tendrá lugar mañana en Tánger en el transcurso de un ciclo de seminarios en el que participan investigadores marroquíes, españoles y estadounidenses.
Gestión y conservación
Las zonas costeras son claves para el progreso de los países en vías de desarrollo, ya que suelen representar nodos de actividad económica que atraen elevadas densidades de población. La creciente sensibilización de todos los países, incluidos los de la cuenca mediterránea, por la calidad de las aguas costeras se ha visto reflejada en el desarrollo progresivo de tratados y normativas nacionales que regulan la calidad de dichas aguas con un nivel de exigencia creciente.
La caracterización previa de los diferentes compartimentos ambientales (principalmente aguas y sedimentos) mediante el análisis de sus parámetros biogeoquímicos resulta imprescindible para dar respuestas eficientes y fundamentadas científicamente a los problemas de gestión y control medioambiental en las aguas costeras y marinas.
“Por desgracia, la gran mayoría de los estudios costeros centrados en caracterizar y determinar la calidad ambiental del litoral basan sus conclusiones en análisis esporádicos de nutrientes y parámetros microbiológicos, sin tener en cuenta la composición metálica y las interacciones entre los diferentes compartimentos ambientales”, apunta Tovar.
Por ello, el Laboratorio de Química Marina del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, uno de los pocos grupos de investigación de España capacitados para realizar el análisis de elementos traza en agua de mar, estudiará la zona de la desembocadura y el conjunto de humedales y marismas del Muluya. Este enclave de interés biológico y ecológico influye en buena parte del Mediterráneo Sur-occidental y está considerado como una zona ROFI (Región de Influencia Fluvial, en castellano). Pese a todo, la cuenca del Muluya es una de las zonas más desconocida.
En la investigación colaboran también científicos marroquíes del Instituto Nacional de Investigación en Recursos Pesqueros, La Universidad Abdelmalek Essaadi, la Agencia de la Cuenca Hidráulica del Muluya, la Universidad de Cádiz y la Universidad del Sur de California.
Este proyecto podrá seguirse a través de su página en Facebook, el canal You Tube del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y las principales Redes Sociales del CSIC.
Nota de prensa
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