Tipo de actividad
Exposición

Fecha
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Ubicación

Avda. de Salamanca, 59 Museo de la Ciencia de Valladolid Museo de la Ciencia de Valladolid, Valladolid

'Setas', una colección única de setas liofilizadas, se exhibe en el Museo de la Ciencia de Valladolid

El Museo de la Ciencia de Valladolid abre las puertas de la exposición temporal 'Setas'.

La muestra, preparada por la Estación Experimental del Zaidín (EEZ) del CSIC, en Granada y presentada al público por primera vez en la Casa de la Ciencia del CSIC en Sevilla en 2019, está conformada por una selección hecha sobre la colección de más de 200 setas liofilizadas que durante más de veinte años elaboró Antonio Trescastro Mediavilla. Fallecido en 2019, Trescastro desempeñó la mayor parte de su vida profesional como técnico de mantenimiento y divulgador científico en la Estación Experimental del Zaidín (EEZ) del CSIC, en Granada. De forma prácticamente autodidacta y dedicando muchas horas de trabajo adicional, Trescastro logró una colección considerada única en España. La exposición está compuesta por paneles explicativos y 27 dioramas con más de cien ejemplares de setas liofilizadas

La liofilización es una técnica de deshidratación por frío con la que Antonio Trescastro Mediavilla también desecó frutas y verduras, insectos, crustáceos e incluso el corazón de un cerdo. La liofilización extrae el agua de la muestra, ya sea de origen animal o vegetal, o muestras preparadas en el  laboratorio. En la entrevista que el propio Trescastro ofreció al equipo de Cultura Científica del CSIC en el año 2015, explicaba el proceso con estas palabras:

Cuando doy charlas siempre digo que ya los incas liofilizaban naturalmente, así que las liofilizadoras existen desde hace muchos años. Explico que el agua tiene tres estados: sólido, líquido y gaseoso. El proceso empieza con la recogida de las setas en el campo. Después se limpian bien en el laboratorio y se congelan. A continuación se introducen en la liofilizadora, donde el agua que contienen va a pasar de estado sólido a estado gaseoso sin pasar por líquido; eso se llama sublimación. Tras 24 o 48 horas en la liofilizadora saldrán completamente secas y podremos ver el agua que han perdido. Sin embargo, mantendrán la estructura, el color y podrán conservarse así, siempre que no se hidraten, para toda la vida. 

Antonio Trescastro fabricó su propia máquina liofilizadora utilizando una bombona de butano y un viejo aire acondicionado. Años más tarde, gracias a proyectos de investigación financiados por la Junta de Andalucía, la EEZ consiguió fondos para obtener una nueva liofilizadora profesional. Gracias a los trabajos de Trescastro, con la colaboración del personal científico del centro, se obtuvo incluso una patente.