'Materia' y cinco investigadores que han sido la cara de la ciencia durante la pandemia de covid-19, galardonados con los premios CSIC-Fundación BBVA
Son distinguidos la sección de Ciencia de El País, por la extraordinaria calidad de su periodismo científico, y los investigadores Alfredo Corell, Margarita del Val, José Antonio López Guerrero, Ignacio López Goñi y Antoni Trilla
Son distinguidos la sección de Ciencia de El País, por la extraordinaria calidad de su periodismo científico, y los investigadores Alfredo Corell, Margarita del Val, José Antonio López Guerrero, Ignacio López Goñi y Antoni Trilla
Los periodistas que integran el equipo fundador de Materia, la sección de Ciencia del diario El País, y los científicos Alfredo Corell, Margarita del Val, José Antonio López Guerrero, Ignacio López-Goñi y Antoni Trilla han sido galardonados en la I edición de los Premios CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica. El jurado otorga a Materia el galardón en la categoría de periodistas especializados en comunicación científica "por la extraordinaria calidad del periodismo científico que ejercen desde su fundación, que a lo largo de la última década les ha convertido en el referente mundial de la comunicación de la ciencia en español". En cuanto a los cinco científicos premiados conjuntamente en la categoría de investigadores que contribuyen a la difusión del conocimiento a la sociedad, se les reconoce "por convertirse en la voz de la ciencia desde el inicio de la pandemia, transmitiendo el conocimiento científico sobre esta amenaza en un lenguaje accesible para el público general".
Además, las jóvenes periodistas Ana Iglesias, Leyre Flamarique y Lucía Casas han recibido las tres primeras Ayudas CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica, que a lo largo de un año les permitirán realizar estancias en institutos, laboratorios y centros del CSIC para conocer de manera directa todo el proceso de investigación. Con esta inmersión tendrán la oportunidad de interactuar con investigadores y conocer el desarrollo de proyectos científicos singulares, para reforzar su especialización en comunicación científica.
Tanto los dos Premios – dotados cada uno de ellos con 40.000 euros – como las tres Ayudas – dotadas cada una de ellas con 35.000 euros – forman parte del Programa de Impulso a la Comunicación Científica creado en 2021 por el CSIC y la Fundación BBVA. Su objetivo es reconocer e incentivar el trabajo indispensable de los periodistas y comunicadores que informan de manera rigurosa y atractiva sobre los avances de la ciencia, así como mejorar la formación en este campo decisivo para la cultura científica de la sociedad. A esta primera edición competitiva se han presentado 114 candidaturas a los Premios y 137 a las ayudas.
La irrupción de la covid-19 ha evidenciado la necesidad de reforzar la proyección a la sociedad del conocimiento validado, tanto a través de los medios de comunicación convencionales como de los nuevos canales y formatos digitales. Desde el inicio de la pandemia la información de corte científico se ha convertido en una de las más demandadas por el público general.
Como reflejan las conclusiones del estudio Actitudes ante la Tecnología y Usos de las TIC en la Sociedad Española en el marco del Covid-19, de la Fundación BBVA, el 75% de los ciudadanos ha buscado información sobre la covid-19 en los medios de comunicación convencionales –prensa, internet, radio y televisión–. Los medios, por su parte, han dejado de encapsular la ciencia en secciones especializadas, y le han otorgado un protagonismo diario de máximo relieve, situándola en el mismo nivel de relevancia que la información política o económica
El desafío global del coronavirus, por tanto, ha demostrado con especial claridad y urgencia el papel fundamental de la comunicación científica de calidad, en un contexto en el que proliferan los bulos interesados e informaciones confusas y no validadas de acuerdo a los exigentes estándares de objetividad y contrastabilidad propios de la ciencia.
‘Materia’, referente de la comunicación científica
Patricia Fernández de Lis, Nuño Domínguez, Manuel Ansede, Daniel Mediavilla, Francisco Doménech, Javier Salas y Miguel Ángel Criado crearon Materia en 2012 como proyecto digital independiente, y en 2014 su web se convirtió en la sección de Ciencia del diario El País. Desde su creación, Materia ha publicado miles de piezas periodísticas que han llegado a cientos de millones de personas en todo el mundo.
Según resalta el acta, “los profesionales que integran Materia han sabido combinar el rigor de las fuentes científicas más sólidas con un lenguaje accesible, atractivo e innovador, que aprovecha todo el potencial de las nuevas narrativas multimedia para llegar a grandes audiencias, tanto en España como en todo el mundo hispanohablante”.
“Materia abarca de manera transversal todas las principales áreas de la investigación científica, primero como proyecto digital independiente y posteriormente integrado en las ediciones digital e impresa de El País. Además, su trabajo se ha caracterizado por un periodismo crítico, que no se limita a anunciar descubrimientos, sino que los contextualiza y subraya tanto las fortalezas como las limitaciones de la ciencia actual. Por todo ello, Materia representa una apuesta diferencial de comunicación científica desde España que es equiparable a las secciones de ciencia de los grandes medios internacionales”, concluye el jurado.
Materia trata la ciencia como una parte esencial de la actualidad, poniendo a disposición de grandes audiencias los principales hitos de la ciencia de la última década. Su enfoque es, como la propia ciencia, global. En sus contenidos hay entrevistas con algunos de los científicos internacionales más relevantes, y reportajes elaborados desde distintos países. Al mismo tiempo, también presta atención a la ciencia en España, con piezas que además de difundir los resultados de investigación informan de la situación de la comunidad científica española
Su redactora jefa, Patricia Fernández de Lis, destaca que además de cubrir los principales hallazgos científicos, reflejados en revistas científicas de alto impacto como Nature, Science, PNAS, Cell o The Lancet, Materia ejerce un periodismo que “no se limita a contar un descubrimiento tras otro de manera acrítica, sino que hace un esfuerzo por narrar los interiores de la ciencia, resaltando no solo sus luces sino también sus sombras”.
Desde el punto de vista formal, ha incorporado el periodismo de datos y ha desarrollado lenguajes innovadores. Esto último ha sido especialmente relevante durante la pandemia. Su reportaje Un salón, un bar y una clase: así contagia el coronavirus en el aire, publicado en octubre de 2020 y elaborado en colaboración estrecha con infografistas, ha alcanzado más de 12 millones de lectores, la pieza más leída de la historia de EL PAÍS y traducido a numerosos idiomas, incluyendo el chino.
A lo largo de este último año y medio, Materia ha consolidado su papel como medio periodístico de referencia a escala global para el público hispanohablante. Su cobertura ha relatado al detalle y en tiempo real el esfuerzo de la comunidad científica del planeta por entender el comportamiento del nuevo coronavirus, y por encontrar la manera de contenerlo. Fue, por ejemplo, uno de los primeros medios en entrevistar a Katalin Karikó, madre de las vacunas de ARN contra la covid-19. Y ha explicado paso a paso el desarrollo de los diferentes tipos de vacunas, la lucha entre el sistema inmune y el coronavirus, los proyectos para desarrollar una vacuna española, las mutaciones del virus, las singularidades del genoma del patógeno, y un largo etcétera.
“La información de salud seria y responsable, basada en el conocimiento científico, es información que salva vidas”, afirma Patricia Fernández Lis. “Los bulos son muy poderosos y hacen mucho ruido, pero creo que con nuestro trabajo hemos podido contribuir a combatir una desinformación que es nociva. Este premio es un gran honor, y lo recibimos como un reconocimiento no solo al equipo de Materia, sino a la apuesta por la información científica del periódico que nos ha respaldado, El País. Confiamos además en que pueda servir para que otros medios de prensa, radio y televisión hagan esta misma apuesta por la ciencia”.
La voz de la comunidad científica
Alfredo Corell, Margarita del Val, José Antonio López, Ignacio López-Goñi y Antoni Trilla han obtenido el Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica en la categoría de investigadores porque, tal y como ha resaltado el jurado, “frente a la desinformación, los bulos y la manipulación, han atendido de manera incansable la demanda social de información científica fiable tanto sobre la naturaleza del coronavirus y sus modos de transmisión, como de las medidas preventivas necesarias para evitar su expansión, los posibles tratamientos y las vacunas”.
“Todos ellos”, añade el acta, “se han distinguido por compaginar con éxito su faceta de investigadores con la difusión del conocimiento, y ante el desafío de la pandemia se han comprometido con informar a la ciudadanía a través de sus constantes participaciones en los principales medios de prensa, radio y televisión”.
“Además”, concluye el jurado, “utilizando diversos formatos y narrativas de comunicación para llegar a audiencias amplias, han sabido anteponer la necesidad de informar a la población de la manera más veraz y precisa posible en un contexto tan singular, cambiante y alta incertidumbre”.
Alfredo Corell es catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid. Compagina la investigación con la docencia y la divulgación, tres facetas que ha combinado investigando en innovación docente. Una muestra es su proyecto Immunomedia, una plataforma digital de divulgación y enseñanza de conceptos relacionados con la inmunología en la que participan profesores de ocho universidades de España, Francia y Portugal. Su primera experiencia de comunicación científica fue hace seis años, cuando puso en marcha con sus alumnos de Enfermería y Medicina la actividad "Las defensas se van de cañas", en la que se divulgaba sobre alergias, vacunas y otros temas relacionados con la inmunología en bares y pubs de Valladolid.
Corell considera esa faceta divulgadora una extensión de su labor docente: "Lo sentía como una responsabilidad, una forma de devolver a la sociedad la formación que había recibido". Pronto incorporaron contenidos en redes sociales. Pero entonces llegó la pandemia, se suprimieron las clases y Corell dio lo que él denomina su "salto mortal hacia la comunicación científica". La Sociedad Española de Inmunología (SEI) había dado un paso al frente: emitió una nota de prensa y se ofreció a los medios de comunicación. "Empezamos a recibir llamadas y la presidenta de la sociedad repartía las intervenciones. Al principio yo atendí sobre todo a prensa, pero empecé con la tele y un día, a punto de entrar en directo, me di cuenta de que quizá mis explicaciones eran muy técnicas para un programa de tarde, así que cogí algunos objetos que tenía en casa e improvisé".
Acabó apoyándose en personajes de ficción −como los de la saga cinematográfica Star Wars− y en maquetas hechas con chinchetas y pinzas de la ropa, y desarrollando un lenguaje directo muy asequible para el público sin ninguna formación técnica. Ahora Corell es colaborador permanente en La Sexta Noche; La hora de la 1; y Está Pasando. También participa en Informe Covid, Horizonte, Cuatro al Día, Las Cosas Claras, Las mañanas de la 1, Espejo Público, Todo es Mentira, El programa de Ana Rosa, Ya es Mediodía, Sálvame y Más vale Tarde. A menudo interviene en los informativos de canales nacionales, locales y autonómicos. Ha colaborado con periódicos impresos y digitales nacionales y autonómicos, y participa asiduamente en plataformas de desmentidos de bulos sobre salud en Maldita.es, Salud sin Bulos y Newtral.
Admite que su presencia en medios le ha supuesto un sobreesfuerzo, “porque te quita tiempo, pero lo seguiré haciendo encantado mientras considere que es útil". Aunque lo que a él le gusta calificar como "metáforas visuales" se ha convertido en una de sus señas de identidad, es consciente de que “cada medio y formato tiene su propio estilo e intento adaptarme".
Sobre el premio afirma: "Me ha abrumado. Yo tengo presencia en redes sociales y ahí puedes percibir el reconocimiento social, pero este reconocimiento de la comunidad científica es el respaldo que me faltaba y lo valoro mucho, porque a veces en ciencia, la divulgación, e incluso la docencia, parecen facetas menores frente a la investigación. La pandemia ha posicionado la comunicación científica, pero tendría que valorarse como una faceta más por ejemplo en el currículum”.
Corell teme que tras este intenso periodo de lo que llama "comunicación de guerra", la comunicación científica vuelva a ser relegada de los medios. "Me gustaría seguir viendo a científicos en los informativos de televisión para explicar avances o cuestiones como el cambio climático". Su intención es continuar en este campo: "En mi trayectoria he hecho clínica en el mundo del trasplante, investigación y docencia. Ahora me apasiona esta faceta divulgadora y siento que aporto más y soy más útil en ella, así que tengo varios proyectos en marcha: un videojuego y dos libros, uno para adultos y otros para niños".
Margarita del Val es investigadora científica del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSICUAM), donde su grupo estudia la respuesta inmune frente a patógenos en modelos animales. Publica los resultados de su investigación en revistas científicas de gran impacto. Ha sido representante española en la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y desde 2002 es asesora tanto de esta agencia como de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Desde 2018 forma parte del Comité de Expertos Asesor en Vacunas de la Comunidad de Madrid. Es coordinadora de la Plataforma Salud Global del CSIC, integrada por numerosos grupos que investigan aspectos relacionados con la pandemia.
Su primera charla de divulgación, ¿Vacunas?: ¡pónsela! ¡póntela!, impartida en 2012, la acercó al público en escenarios informales, como centros educativos, instituciones, centros sociales y al Parlamento español. Fue también el inicio de colaboraciones escritas en medios. Pero su labor como divulgadora de referencia durante la actual pandemia comenzó de forma no deliberada, con un largo mensaje de Whatsapp enviado el 9 de marzo del 2020 que se difundió por todo el planeta. Del Val empezó a ser consultada por medios de comunicación en España y Latinoamérica. El texto se publicó en varios blogs, el primero en “indagando.TV”, en una entrada que alcanza ya las 312.000 visitas.
Al recibir la noticia del premio destacó la oportunidad del galardón en sí mismo “porque ni siquiera nuestros colegas valoran la comunicación científica suficientemente. Por eso me parece importante que se haya creado este premio y además mi primera reacción ha sido pensar que es bonito que se conceda de forma coral, porque todos somos distintos y tenemos formas diferentes de comunicar, pero entre todos nos hemos complementado”.
Del Val recalca que el principal reto de la pandemia no ha sido tanto traducir el lenguaje científico para hacerlo comprensible al público general, como “estudiar y estar al día para poder reflexionar y ofrecer una opinión contrastada en una situación tan cambiante”
Considera que la pandemia ha cambiado no solo el espacio que los medios han dado a la ciencia, sino la relación entre periodistas y científicos: “Hemos aprendido a confiar en los periodistas y ellos han mostrado un enorme respeto y han escuchado lo que teníamos que decirles. Espero que esto continúe tras la pandemia y que los medios den su lugar a la comunicación científica por el disfrute mismo de acceder al conocimiento y porque este tipo de información es necesaria para que todos tengamos criterio sobre grandes retos. Ahora lo hemos visto como algo muy cercano porque afectaba a la salud, pero también el cambio climático nos va a afectar a todos”.
José Antonio López Guerrero es profesor titular de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y director del departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC). Como investigador dirige el grupo de NeuroVirología de la UAM. Desde hace décadas desempeña una intensa actividad como divulgador, con colaboraciones en radio −Radio 1, Radio 5 y Radio Exterior, dirigiendo programas como Entre Probetas y El Laboratorio de JAL−, televisión y prensa escrita. Es autor y/o editor de 13 libros y de numerosos artículos de divulgación, además de publicar el Blog Bio (Ciencia+Tecnología), de Madri+d. Durante 2020 y el primer cuatrimestre de 2021, ha protagonizado un millar de intervenciones en programas informativos de todas las principales cadenas televisivas, nacionales e internacionales, informando sobre la evolución de la pandemia.
“Como científico en activo no concibo mi actividad investigadora sin la necesidad inherente de tender puentes de comunicación social, algo que llevo haciendo desde que comencé con mi tesis doctoral, en 1986”, afirma. “Creo que los científicos galardonados con este premio hemos tenido un papel fundamental durante la pandemia, luchando por llevar la voz de la ciencia a la sociedad y haciendo un papel de contrapeso frente al oscurantismo de la pseudociencia, que siempre se crece en épocas de desgracia, explotando el miedo de la gente ante situaciones de incertidumbre. Hemos aportado nuestro granito de arena a que la sociedad esté bien informada y que, por ejemplo, se haya reducido el porcentaje de personas reacias a vacunarse”.
López Guerrero destaca en especial la importancia de su participación y la de sus colegas premiados en programas televisivos de máxima audiencia. “Creo que durante la pandemia se ha producido un cambio de paradigma en la televisión, y hemos contribuido a que ya no sea una ‘caja tonta’, gracias al hecho de que algunos investigadores hemos estado en primera línea para transmitir información científica con rigor a las audiencias de programas del ‘prime time’, frente al ruido de los bulos”.
López Guerrero confía en que el cambio “sea permanente y de la misma manera que los principales canales de televisión han tenido un espacio dedicado a la ciencia del Covid, lo mantengan después de la pandemia para hablar de ciencia en general”.
Ignacio López Goñi es catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra. Desde 2011 compagina su labor docente e investigadora con una intensa actividad de difusión de la ciencia. Como director del Museo de Ciencias Universidad de Navarra promueve actividades de divulgación para todo tipo de público y en múltiples formatos, desde el cine a las charlas y talleres. Su blog microBIO es una referencia de la comunicación y divulgación de la ciencia y la microbiología online, y su cuenta de Twitter @microbioblog, con casi 70.000 seguidores, es de las más populares en microbiología en castellano. López Goñi ha sido pionero en emplear esta red para difundir cursos de ciencia, con los acrónimos #microMOOC, #microMOOCSEM, #EUROmicroMOOC. Ha publicado cuatro libros de divulgación: ¿Funcionan las vacunas?; Microbiota, los microbios de tu organismo; Virus y pandemias; y Preparados para la próxima pandemia: reflexiones desde la ciencia. También, junto con su hija, Princesas de cristal, un testimonio sobre la anorexia juvenil.
Durante la pandemia se ha convertido en uno de los expertos más consultados por los medios y escuchados por el público. Uno de sus artículos en The Conversation, Diez buenas noticias sobre el coronavirus llegó a 22 millones de lectores en todo el mundo; ha sido republicado en más de un centenar de medios de todo el mundo.
Para López-Goñi, “nuestro papel ha sido tratar de explicar la evidencia científica en un contexto de tremenda incertidumbre. Ha sido lo más difícil, porque la sociedad necesita certezas y la incertidumbre se lleva mal”. Enormemente satisfecho con el premio, espera haber contribuido a aumentar no solo la cultura científica de la población, sino también su aprecio por la ciencia y el reconocimiento de su papel en la sociedad.
Antoni Trilla es catedrático de Salut Pública de la Universidad de Barcelona y Jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiologia del Hospital Clínic de Barcelona. Es Research Professor de ISGlobal (Instituto de Salud Global de Barcelona), donde su grupo investiga en vacunas, enfermedades emergentes y epidemias. Durante la pandemia su presencia en los medios ha sido constante, de manera destacada en el diario La Vanguardia donde ha escrito cerca de 150 artículos en los últimos meses. “Poder publicar una columna diaria primero y semanal después es un privilegio que muy pocos académicos tienen la oportunidad de disfrutar”, afirma el galardonado, que ha querido “explicar por qué la ciencia y las evidencias científicas son la única vía para hacer frente al coronavirus”. También ha publicado artículos o ha sido fuente de reportajes en otros medios, entre ellos el New York Times, Washington Post y Le Figaro.
"Es fundamental reconocer a quien hace comunicación científica –ha declarado al recibir la noticia del premio-. Me siento muy orgulloso de que se me haya concedido este premio y aún más de que sea un premio coral que reconozca la respuesta de la comunidad científica ante la necesidad de la sociedad de contar con información contrastada, incluso para decir, cuando no podíamos decir otra cosa: esto no lo sabemos todavía".
La comunicación está íntimamente ligada a la especialidad de Trilla: "Como epidemiólogo, me dedico a la salud pública y eso incluye explicar por qué hay que tomar tal o cual medida, ya sea en un colegio con un grupo de padres, o en un medio. Llevo años haciéndolo y mi experiencia me ha enseñado a adaptarme al receptor de mi mensaje". A pesar de esa dilatada experiencia, reconoce que esta pandemia ha supuesto un shock: "Ha sido una pandemia retransmitida en directo y nos han pedido respuestas con una inmediatez que colisiona con los ritmos de la ciencia. Nos ha pasado por encima la actualidad, incluso la científica, porque no nos daba tiempo ni a leer los papers que iban apareciendo".
Ayudas CSIC-Fundación BBVA
Las jóvenes periodistas Ana Iglesias, Leyre Flamarique y Lucía Casas han recibido las tres primeras Ayudas CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica. Durante el período de disfrute de la Ayuda, que tendrá una duración de 12 meses, tendrán la oportunidad de realizar un itinerario de estancias en varios centros del CSIC para conocer de manera directa todo el proceso de investigación científica. El programa es máximamente flexible, adaptado al interés y perfil de las beneficiarias, que han escogido algunas áreas de conocimiento y centros de investigación preferentes de entre los que figuraban en el listado de institutos y centros ofrecidos por el CSIC. Cada beneficiaria realizará un itinerario diseñado en coordinación con la Vicepresidencia de Investigación Científica y Técnica del CSIC (VICYT), que se desarrollará bajo la supervisión de tutores científicos designados por esa Vicepresidencia. Las tres periodistas podrán hacer una inmersión en varios grupos de investigación, asistiendo al desarrollo de proyectos científicos singulares, distintos estilos de hacer ciencia y conocer en directo todas las principales fases y facetas de la investigación en grupos avanzados del CSIC.
Al término de la ayuda, cada una de ellas presentará una memoria final descriptiva de su experiencia formativa, que podrá adoptar la forma de reportaje periodístico en formato escrito o multimedia y podrá ser publicado tanto en la web del CSIC como en el espacio digital de la Fundación BBVA.
Leyre Flamarique es graduada en Psicología por la UNED, tras lo cual obtuvo el título del Máster en Periodismo BCN NY de la Universidad de Barcelona. Su interés en la Neurociencia le llevó a realizar las prácticas del último de curso de Psicología en el Laboratorio de Conducta Animal de la UNED y llegó a formar parte del Comité Organizador del XXX Congreso Internacional de la Sociedad Española de Psicología Comparada. Tras concluir el máster, en septiembre de 2019 se incorporó al canal de información científica Big Vang del periódico La Vanguardia, donde trabaja actualmente. La explosión de noticias científicas durante la pandemia de Covid-19 “ha generado un panorama confuso, donde resulta muchas veces difícil cribar la buena información”. Por este motivo, quiere “aportar mi grano de arena para conseguir que la gente confíe en la ciencia. Creo que conocer bien los procesos es muy importante para entender el resultado y más aún cuando cada día aparecen nuevas actualizaciones”. Su objetivo es acercar mejor el trabajo de investigación al público general, de modo que “cualquier persona que nunca haya estado en un laboratorio pueda seguir, de primera mano, el desarrollo que lleva conseguir, por ejemplo, una vacuna que luego se le inyectará”. Por este motivo, plantea un itinerario que comienza en el Centro Nacional de Biotecnología para conocer de primera mano el trabajo en una vacuna contra el SARS-CoV-2 del equipo de Luis Enjuanes, Isabel Sola y Sonia Zúñiga, a los que sumará sendas estancias en el Centro de Astrobiología y el Instituto Cajal, especializado en neurobiología.
Ana Iglesias es licenciada en Periodismo por la Universitat Autónoma de Barcelona, y actualmente cursa el Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental de la Universitat Pompeu Fabra. A lo largo de su trayectoria ha hecho prácticas de redactora en medios audiovisuales y radios, como la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals-TV3 o la UAB Radio, así como en departamentos de comunicación. Desde el pasado marzo es estudiante de prácticas en Comunicación del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universitat Pompeu Fabra. Le preocupan especialmente los grandes retos medioambientales de nuestro tiempo. Cree que el cambio climático es “una historia eminentemente humana”, ya que el clima afecta a la vida de las personas, sus costumbres y culturas. En el ámbito de la información climática señala que “por una parte, hay periodistas que se ocupan de temas sociales e internacionales como la justicia climática, los refugiados climáticos o la defensa del territorio y los derechos humanos. Por otra parte, hay divulgadores que explican la ciencia del cambio climático”, explica. “Estos dos mundos, a menudo inconexos, son los que me gustaría poner en diálogo”, añade. Y con este objetivo está orientado toda su formación, por lo que para el desarrollo de esta ayuda plantea un recorrido que comienza en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, al que seguirá el Instituto de Ciencias del Mar y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados.
Lucía Casas es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y acaba de finalizar el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su trayectoria ha sido redactora en prensa escrita, enviada especial en el Parlamento Europeo y analista de medios de comunicación. Actualmente trabaja como redactora en la empresa especializada en comunicación científica Divulga. Decidió dedicarse al periodismo científico para “investigar en las fronteras de aquello que conocemos y aquello que quizás nos resulte conocido algún día”. Su motivación principal para presentarse a esta ayuda es “aprender y conocer de primera mano cómo se produce la investigación científica en España y difundir su importancia y valor”. Le maravilla poder entender aquellos mecanismos que rigen el mundo y mostrar las historias que hay detrás de quien los descubre y ordena. “La ciencia me ha impresionado desde siempre, tanto que a punto estuve de estudiar Física en lugar de Periodismo”, explica. “Siempre intento encontrar la parte humana de la ciencia”. Para el desarrollo de la ayuda que ha obtenido, ha elegido centros que investigan áreas de conocimiento científico como la física y la biomedicina: el Instituto de Astrofísica de Canarias, el Centro Nacional de Biotecnología, el Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid y el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Comisión Evaluadora
La comisión evaluadora de los Premios y Ayudas CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica ha estado presidida por Rosa Menéndez, presidenta del CSIC, e integrada por Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA; Jesús Marco, vicepresidente de Investigación Científica del CSIC; Rosina López, vicepresidenta de Organización y Relaciones Institucionales del CSIC; Abel Grau, jefe de Comunicación del CSIC; Pablo Jáuregui, director de Comunicación Científica y Medioambiental de la Fundación BBVA; Caty Arévalo, corresponsal ambiental de la Agencia EFE.
Sobre las instituciones
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es un Organismo Público de Investigación autónomo, de carácter multisectorial y multidisciplinar, con personalidad jurídica y patrimonio propios, con implantación en toda España y proyección internacional, y tiene entre sus funciones el fomento, la coordinación, el desarrollo y la difusión de la investigación científica y tecnológica, de carácter multidisciplinar, con el fin de contribuir al avance del conocimiento y al desarrollo económico, social y cultural, así como a la formación de personal y al asesoramiento a entidades públicas y privadas en estas materias.
La Fundación BBVA es expresión del compromiso del Grupo BBVA con el impulso del conocimiento, la tecnología y la innovación, entendidos como una de las vías más eficaces para ampliar las oportunidades individuales y colectivas y preservar la vida en la Tierra. Su actividad se centra en el apoyo a la investigación científica a través de proyectos de investigación, becas, colaboración con instituciones científicas, el reconocimiento del talento a través de distintas familias de premios propios y en colaboración con sociedades científicas, así como en la difusión del conocimiento y la cultura a la sociedad.
CSIC Comunicación
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